Desde 1968 se conmemoró el 15 de mayo como Día del Agricultor con la finalidad de destacar, agradecer y rendir homenaje a los que trabajan la tierra y nos proporcionan alimento día a día. La palabra “agricultura” proviene del latín ager, que significa campo y cultura, que significa cultivo, por eso se traduce al arte de cultivar la tierra.
Los agricultores desempeñan un papel muy importante para la alimentación, la economía y el progreso del país, la práctica agrícola es una actividad productiva que ha nacido con la misma humanidad.
La tierra, a pesar de sus desgastes por las agresiones que recibe a diario, sigue siendo generosa acompañando el esfuerzo del agricultor; en este sentido, nuestro país es aún un gran espacio donde crece de todo, principalmente aquellos productos que nos sirven de alimento.
Tan es así que, en el primer trimestre del año, la balanza agropecuaria y agroindustrial de México con el mundo registró un superávit de dos mil 735 millones de dólares, superior en 125 millones de dólares respecto al mismo periodo del año anterior, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
La profesión de “agricultor” es una actividad de mucho esfuerzo que muchos no reconocen, y en las manos de quienes labran la tierra se concentran los productos que a diario llegan a nuestras mesas y que han servido para alimentar a México y al mundo.
Las personas que dedicadas al sector primario merecen un honor especial por su sacrificio en tiempos en los que lo artesanal se va sustituyendo por sofisticadas maquinarias. Por lo que esta jornada debe ser dedicada a aquellos hombres y mujeres que cultivan la tierra y crían los animales que sirven para alimentar al mundo.