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La Ruta del Vino

Decenas de casas vinícolas se dedican a la elaboración del vino tinto y blanco, siendo reconocidas a nivel internacional
Cuando piensas en Ensenada, seguramente te viene a la mente la tan famosa «Ruta del Vino», conocida a nivel nacional e internacional por mostrar una gran variedad de viñedos, vinícolas y, sobre todo, el proceso de elaboración de tan exquisita bebida.
Los vinos de Baja California son reconocidos mundialmente e incluso son premiados en distintos concursos internacionales; son producidos en 65 vinícolas repartidas en los valles de Guadalupe, Calafia, San Antonio de las Minas, De las Palmas, de Santo Tomás, San Vicente y Ojos Negros.

Pero sin duda los que forman el corazón de la Ruta del Vino son los que se mencionaron primero: Valle de Guadalupe, Valle Calafia y Valle San Antonio de las Minas.La producción vinícola se realiza con mucha dedicación y cariño, utilizando una variedad de uvas destinadas a la excelente calidad de los vinos.

Si hablamos de vinos blancos se utilizan uvas Chenin Blanc, Colombard, Sauvignon Blanc y Chardonnay; mientras que para los vinos tintos se aprovechan las uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo, Znfandel, Syrah, Nebbiolo, Cabernet Franc, Grenache, Petit Syrah, Malbec, Caignan, Barbera, y otras más.

Durante el recorrido de la Ruta del Vino, podrás degustar los vinos elaborados en Baja California, acompañados de productos regionales como aceite de oliva, quesos, hogazas recién horneadas, aceitunas, mermeladas y demás ingredientes orgánicos que harán de la cata una experiencia deliciosa.

Pero eso no es todo: la vista que te ofrecen los viñedos bajacalifornianos es la perfecta acompañante para pasar un día maravilloso, disfrutando sus ondulantes colinas y arboledas, al lado de amigos o familia.

Y por si fuera poco, la Ruta del Vino cuenta también con restaurantes campestres y de la más fina mesa, sitios para acampar, balnearios, centros artesanales, museos comunitarios, un sitio misional, hoteles boutique, boutiques de vino, galerías de arte, cultura indígena y sitios naturales con aguas termales, sin dejar de lado las pequeñas vitivinícolas familiares y los productores a gran escala.

Existen varios paquetes que incluyen diferentes rutas y actividades para realizar durante tu visita a este paradisíaco municipio.

LAS FIESTAS DE LA VENDIMIA

Todo el año es un buen momento para visitar la Ruta del Vino, pero sin duda agosto es la  fecha donde podrás disfrutar al máximo, pues es cuando se celebran las «Fiestas de la Vendimia».

Es en esta época en que los viñedos se ven más verdes y frondosos, en todo su esplendor, con racimos maduros: indicador clave de que es tiempo de cosechar la uva.

Y claro que este es un momento de festejo para los campesinos vinicultores: ofrecen  muestras de vino, degustaciones, eventos especiales, conciertos, maridajes, cenas y fiestas. ¡Todo el mundo vibra durante la temporada de cosecha!

Es así como durante 10 días las casas vinícolas se unen para festejar la vida y el vino, una tradición que remonta a la antigua Grecia, donde se celebraban las fiestas al dios del vino Dionisio.

No dudes en recorrer la Ruta del Vino para conocer un poco más de lo que se produce en México, un orgullo bajacaliforniano por excelencia.

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