La flor de sal es un producto 100% natural porque se obtiene de la delgada capa que flota en la superficie de los cristalizadores, lo que la hace un producto de alto valor nutricional porque contiene más de 80 minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo; posee 40 por ciento menos sodio que la sal refinada; además no contiene químicos ni apelmazantes, lo que le da la categoría de orgánica.
Para su elaboración se requiere de la composición de varios factores naturales, como la energía solar, el aire, el clima, el relieve terrestre y la calidad del agua de mar disponible; su cosecha es muy delicada y se hace manualmente, esta mano de obra artesanal le otorga un valor adicional, lo que la convierte en una sal gourmet; por estas características sólo se produce en Francia, España, Portugal y México, la primera empresa en introducirla al país es Ecosal de Mar.
Esta sal, procedente de la evaporación del agua de mar, otorga una serie de beneficios al organismo, ya que por su bajo contenido en sodio es ideal para personas que padecen de hipertensión, diabetes, problemas renales, cáncer o cualquier enfermedad degenerativa que demande un bajo consumo de sodio.
A diferencia de la sal refinada, consumir flor de sal proporciona energía a los músculos, compensa los prejuicios de la mala alimentación y la acidez gástrica, estimula la circulación sanguínea, respiratoria, centros nerviosos, riñones y vías urinarias,
Además, produce equilibrio electrolítico, regula los excesos de sodio y potasio, y baja la presión arterial; su alta composición mineral favorece a la curación de todas las dolencias físicas, el magnesio previene los trastornos del corazón, y el flúor fortifica los huesos y dientes.
Sus características organolépticas son:
- Color blanco puro o levemente grisáceo, a veces incluso levemente rosáceo
- Sabor menos salado que la sal común de cualquier tipo
- No se apelmaza
- Es suave al paladar y se disuelve con facilidad al sazonar los distintos alimentos.
- Sin olor