La crisis de las abejas es cada vez más preocupante debido a la contaminación, el calentamiento global, los pesticidas y muchos otros factores que han ocasionado que la colonia mundial de estos insectos disminuya considerablemente. Tan sólo en México, las comunidades de abejas se han reducido en un 80 por ciento.
Las abejas cumplen una labor de polinización que permite que se gesten una serie de procesos en la naturaleza que dan la vida a las especies sobre la tierra y de continuar la extinción de las abejas pronto varios alimentos que consideramos básicos en nuestra alimentación desaparecerán para siempre.
De acuerdo a una investigación realizada por “Life Without Bees: The Effects on Food” arroja resultados muy preocupantes; pues aseguran que algunos alimentos desaparecerían completamente mientras que otros serían escasos y costosos; habrá que despedirse de las naranjas, arándanos y varios más.
Aseguran que el 90% de los naranjos y los cultivos de arándanos dependen de la polinización, así como de las semillas de calabaza y las frambuesas. Las flores de almendra dependen totalmente del trabajo de las abejas. La planta de café aunque no se autopoliniza, necesita de la cruza que hacen las abejas para lograr el rendimiento.
El cultivo de la papa salvó de la hambruna a una considerable parte de la humanidad entre el siglo XVII y el XVIII gracias a que la planta de este tubérculo se autopoliniza; sin embargo, gracias al trabajo de las abejas logra reproducirse; esto quiere decir que sin las abejas la producción evidentemente disminuirá.
Lo mismo ocurrirá con el tomate; las semillas de cebolla y los cultivos de pepino, las cuales prácticamente desaparecerán; así como un tercio de las plantas de mostaza y sus semillas; además del kiwi y bayas de verano.
Una de las frutas más popular en el mundo es la manzana, cuyo árbol que las produce depende mucho de la polinización cruzada de las abejas, por lo tanto sin ellas su disminución sería inminente, además de una baja en sus niveles nutricionales, habría un aumento considerable en su precio.
Fuente: Red de Especialistas en Agricultura