Según un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que debido a la creciente demanda de alimentos, se ha desarrollado una agricultura muy intensiva que ha reducido el suelo fértil, mismo que se está perdiendo a una taza de 24 mil millones de toneladas al año, aproximadamente un tercio de la tierra del planeta está severamente degradada.
Este estudio denominado “Perspectiva Mundial de la Tierra” se presenta como el estudio más completo de su tipo porque traza los impactos interconectados de la urbanización, el cambio climático, la erosión y la pérdida de bosques, mostrando que el factor más importante es la expansión de la agricultura industrial.
El cultivo pesado, las múltiples cosechas y el uso abundante de agroquímicos han generado rendimientos en cosechas pero han mermado la sostenibilidad a largo plazo; en los últimos 20 años la producción agrícola se ha triplicado y la cantidad de tierras de regadío se ha duplicado, lo que propicia una disminución de la fertilidad que ocasionaría un abandono de la tierra, y en última instancia la desertificación.
Señalan que la disminución de la productividad de las tierras cultivables del mundo es del 20%, el 16% de los bosques, el 19% de los pastizales y el 27% de los pastizales; por lo que la agricultura industrial es buena para alimentar a las poblaciones, pero no es sostenible.
Este estudio indica que la agricultura industrial es como la industria extractiva, por lo que es necesario impulsar medidas más urgentes para abordar el problema. Por lo que hay que instar urgentemente a los gobiernos a que tomen decisiones inteligentes como la que realiza Etiopía, quien ha rehabilitado 7 millones de hectáreas.
Estos impactos han variado de una región a otra y no sólo en la producción de alimentos, sino también en la biodiversidad, la pérdida de carbono y la resiliencia ante desastres.
Este estudio se dio a conocer en la reunión de UNCCD en Ordos, China y ha propiciado que las naciones presenten sus objetivos voluntarios para tratar de reducir la degradación y rehabilitar más tierras. Sin embargo, es inminente el crecimiento de la degradación de tierras por los pronósticos que muestra el estudio.
Estas predicciones se remontan al año 2050 cuando los alimentos tengan que incrementarse por el súbito aumento de población, por lo que se tendrán que enfrentar mayores desafíos alimenticios.