Advierten expertos en la seguridad en los alimentos no comer lechuga romana hasta que se identifique la epidemia y se saque el producto de los estantes de las tiendas y mercados, ya que por lo menos 58 personas en Estados Unidos y Canadá se han enfermado debido a una “cepa peligrosa” de la bacteria E. coli.
Aseguran que esta epidemia ya ha cobrado la vida de dos personas en ambos países y ha enfermado a por lo menos 58 personas. En Estados Unidos, la enfermedad se ha detectado en 13 estados, entre ellos California; y 5 estadounidenses han tenido que ser hospitalizados por culpa de la epidemia.
Autoridades canadienses identificaron a la lechuga romana como la fuente de la epidemia en el país; sin embargo, autoridades de salud norteamericanas están investigando la causa del contagio y no han identificado de forma oficial a la lechuga romana ni a ningún otro alimento como la fuente.
“Hasta ahora no hay suficiente evidencia epidemiológica para indicar una fuente específica de la enfermedad en EEUU”, dijo el portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Aunque las autoridades no han dicho estar cien por ciento seguras de que la lechuga romana sea la causa de la epidemia, advierten tener mucho cuidado con la lechuga, ya que casi siempre se consume cruda.
De acuerdo con la Clínica Mayo, los síntomas de E. coli por lo general comienzan entre tres y cuatro días después de haber consumido la lechuga. Entre los síntomas se incluyen náuseas, vómitos, dolor o sensibilidad, diarrea y retortijones abdominales. Las personas pueden haber quedado expuestas a E. coli por agua contaminada o por alimentos.
La cepa de E. coli que está enfermando a la población produce una toxina que podría provocar enfermedad, fallo renal y hasta la muerte. Los niños pequeños, los ancianos y cualquier persona con un tipo de condición que debilite el sistema inmunológico tienen un riesgo mayor de enfermarse.