No, no estás viendo visiones. Estos tomates no son rojos como todos los demás, ni incluso verdes, como la variedad que se cultiva en México. Definitivamente, son rosados y parecen salidos de una película de la Pantera Rosa más que de una huerta.
Sin embargo, no debería sorprendernos que un equipo de científicos haya logrado transformar el color de ciertos vegetales y frutas, obteniendo tonalidades tan exóticas como esta.
Se trata de un estudio del Instituto Weizmann de Ciencias, de Israel, que descubrió un gen hasta ahora desconocido entre las betalaínas (pigmentos en la gama de los rojos y amarillos presentes en las plantas, ricos en antioxidantes y que se usan como colorantes naturales).
Con este nuevo gen, los científicos pudieron sintetizar las betalaínas e inocularlas en plantas que no las poseían, como tomates, papas, berenjenas, petunias y tabaco. Además, su nivel de antioxidantes creció un 60% gracias a estas betalaínas sintetizadas.
“Nuestros descubrimientos pueden ser usados en el futuro para fortalecer una gran variedad de cultivos con betalaínas y para mejorar su valor nutricional”, afirmaron los especialistas. Además, las plantas tratadas de esta manera resultaron ser mucho más resistentes a diversos hongos parásitos que habitualmente atacan los cultivos.