Los bajos precios del café están destruyendo a comunidades enteras dedicadas a la producción del grano sumidas en la pobreza en todo el mundo, por lo que el futuro de la industria está en riesgo, dijeron representantes de 35 países en una conferencia internacional en Kenia.
Los futuros del café están cerca de un mínimo en 13 años, y se cotizan a tan solo 93,45 centavos de dólar por libra, muy por debajo del costo de producción en la mayoría de los países.
En un comunicado emitido el martes en Nairobi, Kenia, donde la Organización Internacional del Café realiza una reunión bienal, el Foro Mundial de Productores de Café declaró que los precios del mercado de Nueva York permiten «el empobrecimiento de los productores», por lo que «la industria del café está arriesgando su propio futuro».
«La actual crisis de sostenibilidad económica de los productores de café debe abordarse inmediatamente antes de que se convierta en una crisis humanitaria», dijo la declaración firmada por asociaciones de productores de Colombia, Brasil, México, India, Vietnam, América Central y África.
Alrededor de 25 millones de familias, en su mayoría pequeños productores, cultivan café en el mundo. «Hoy en día, la mayoría de ellos ni siquiera pueden cubrir sus costos de producción y muchos de ellos ni siquiera pueden ganarse la vida para ellos y sus familias», concluyó la declaración.
«Se debe implementar un enfoque basado en el principio de corresponsabilidad y transparencia total para garantizar que todos los vínculos de la cadena de valor sean rentables y saludables», agregó.
Los precios han caído en parte por un exceso de la producción de Brasil, el mayor abastecedor mundial de arábiga del mundo que podría alcanzar otra cosecha récord este año a pesar de que está fuera de su ciclo bienal.
Colombia, el primer abastecedor mundial de café arábigo lavado, planteó en febrero la posibilidad de vender su cosecha a un precio que cubra los costos de producción más un margen de ganancia, sin tener en cuenta la cotización de referencia de la Bolsa de Nueva York, lo que podría llevar a los compradores a buscar proveedores alternativos.
«Los productores de café de todo el mundo han estado buscando durante años el resto de la cadena de valor con la esperanza de un enfoque colectivo, constructivo y realista para asegurar la sostenibilidad económica de los productores. La respuesta -por desgracia- ha sido muy débil», sostuvo la declaración.
La desesperación entre los caficultores ha llevado a algunos a cambiar a cultivos ilegales para garantizar la supervivencia económica, según el documento que alertó sobre la destrucción del tejido social, un aumento de la criminalidad en los países productores de café, así como un incremento de las migraciones y de la pobreza en las ciudades.
Alrededor de 25 millones de familias, en su mayoría pequeños productores, cultivan café en el mundo. «Hoy en día, la mayoría de ellos ni siquiera pueden cubrir sus costos de producción y muchos de ellos ni siquiera pueden ganarse la vida para ellos y sus familias», concluyó la declaración.