Existen aproximadamente 15 especies de vainillas, 9 de ellas son originarias de México, principalmente en la Sierra Madre de Oaxaca, en la Selva Lacandona en Chiapas y en el sur de Quintana Roo, son de clima cálido húmedo, aunque en el país ha disminuido su producción 50 por ciento debido a un cambio brusco entre sequía y exceso de lluvias.
Aunque debido al cambio climático, a escala mundial existe un riesgo para la vainilla por la poca producción, hoy en día, el consumo de vainilla natural en todo el mundo es del 1 por ciento, el 99 por ciento restante es artificial, esto debido a que un kilo de vaina de esta orquídea puede alcanzar el precio de cinco mil pesos en el mercado.
La vainilla natural tiene propiedades antioxidantes y anticancerígenas, a diferencia de la natural, la artificial favorece el desarrollo de células que generan cáncer, determinó una investigación realizada por estudiantes del doctorado de ciencias del Colegio de Postgraduados (COLPOS).
“Compuestos fotoquímicos de vainilla planifolia de la huasteca hidalguense, México”, es el nombre del proyecto que busca determinar la serie de compuestos de tipo fenólico, esto es orgánico, que tiene la vainilla natural, entre ellos se encuentra el “ácido hidroxibenzoico”, que es antioxidante y anticancerígeno.
Identificar la vainilla artificial de la natural es complicado porque no existe un etiquetado que lo regule y muestre sus componentes, pero en un centro comercial un frasco de 200 mililitros cuesta alrededor de 30 pesos, 70 por ciento más barato que la vainilla natural.
Aseguran que este tipo de extractos artificiales se derivan incluso de la corteza del árbol, que a través de una ruta de síntesis genera compuestos que son perjudiciales porque favorecen el desarrollo de células cancerígenas; por lo que este estudio se basa en la vainilla que se cultiva en la huasteca de Hidalgo e identificar algunos compuestos que pueden ser beneficiosos para la salud humana.