El Parque de Exposiciones de la Puerta de Versalles, en París, es la sede de innumerables eventos nacionales e internacionales, pero pocos logran atraer a tantos visitantes como el Salón de la Agricultura.
La cita se celebra cada año entre febrero y marzo, ocasión en la cual el recinto es invadido por cientos de miles de personas llegadas de todos los rincones de Francia: niños, adolescentes, jóvenes y adultos acuden a la feria, en un país considerado la principal potencia europea de la agricultura.
En la actual edición, alrededor mil expositores muestran los resultados de su trabajo en los diferentes pabellones, espacios tan amplios que resulta casi imposible recorrerlos completamente en un solo día.
En el Salón los grandes protagonistas son los animales: los hombres y mujeres del campo exhiben orgullosos sus vacas, cerdos, ovejas, caballos, perros… todos con tamaños monumentales y cuidados con verdadero esmero.
Este año la reina del evento es la vaca Haute, de raza Aubrac, cuyo establo ubicado en el centro del Pabellón 1 ha sido sitio de obligada visita para el presidente galo, Emmanuel Macron, para todos los políticos que recorrieron las instalaciones, y para cientos de miles de visitantes deseosos de encontrar el mejor ángulo para su ‘selfie’.
Algunos de los pabellones muestran las herramientas y tecnologías más avanzadas para la agricultura, mientras en otros se reúnen los diversos actores del sector en conferencias y talleres especializados dirigidos a seguir impulsando el desarrollo agrícola nacional.
Uno de los espacios más visitados es el dedicado a las 13 regiones de Francia y sus productos típicos, donde los productores exhiben ofertas de una altísima calidad. Los visitantes pueden degustar y comprar todo tipo de delicias: quesos, chorizo, jamones, vinos, dulces, cervezas, champagne, foie gras, cognac, entre otros.
Entre las muchas animaciones propuestas, sobresalen los talleres educativos para niños y adolescentes, enfocados en enseñar a las nuevas generaciones el inmenso trabajo que está detrás de la leche, los huevos, el queso y todos los productos que inundan los supermercados.
Tal como reconocen especialistas y visitantes, en esas actividades se resume la misión del Salón: reivindicar la importancia de la agricultura y del trabajo de miles de personas dedicadas al campo, gente orgullosa de sacar lo mejor a su tierra.