De las 150 especies de frijol que existen alrededor del mundo, 50 se encuentran en el país, este cultivo ocupa un millón 553 mil hectáreas equivalentes al 7.4 por ciento del total del territorio mexicano dedicado a la agricultura, las cuales están distribuidas en diferentes estados de la República donde se producen distintas variedades como el frijol común, el frijol negro, el pinto, el ayocote y el flor de mayo, entre otros.
El estado de Zacatecas es el principal estado productor de frijol en México, con un aporte del 35.9 por ciento del volumen total de la producción a nivel nacional seguido por Durango con un 11.6 por ciento, Chihuahua con un 9.5 por ciento, así como Sinaloa y Chiapas con un 8.9 por ciento y 5.5 por ciento respectivamente. En conjunto estos estados generan 71.4 por ciento equivalente a 768 mil 334 toneladas de frijol al año.
Esta leguminosa, con orígenes en América Latina, se cultivaba desde hace varios años no sólo por su fácil adaptabilidad y por su versatilidad, sino también por su alto contenido nutritivo que lo convierte en uno de los productos más relevantes dentro de la alimentación y de la producción agrícola a nivel mundial.
En México, la producción de esta leguminosa representa el 2 por ciento del valor de la producción agrícola nacional con un valor aproximado de 14 mil millones de pesos, lo cual lo coloca en el tercer lugar dentro de los cultivos más importantes que se realizan en el país después del maíz y del sorgo, esto también ubica al país en el sexto lugar como productor a nivel mundial, donde también se encuentran Brasil, La India, China y Estados Unidos.
Es importante mencionar que la mayor producción de frijol se obtiene durante los meses que van de octubre a diciembre, así como en febrero que es la temporada donde se cosecha el 75 por ciento de la producción total, de lo cual el 90 por ciento se obtiene de cultivo de temporal y el resto de riego.
Cabe señalar que su cultivo creció una tasa promedio anual de 0.9 por ciento entre 2004 y 2014; incluso la producción de frijol en 2016 llegó a un total de un millón 76 mil toneladas con un consumo anual de ocho kilogramos por persona y un total de 26 mil toneladas destinadas para la exportación.