La tecnología blockchain (cadena de bloques) desarrollada por Intel puede ayudar a evitar el etiquetado incorrecto y el fraude en la industria de productos del mar, un problema muy extendido en todo el mundo.
Intel asegura que el núcleo de la tecnología blockchain es una forma segura y transparente de registrar transacciones, y varias compañías están buscando formas de aplicarlo a la cadena de suministro de productos del mar.
Esta nueva tecnología puede implementarse a través de Fishcoin, una criptomoneda que crea un incentivo para la captura de datos en varias formas, comenzando con elementos de datos clave capturados y comunicados por pescadores y acuicultores con el propósito de su rastreabilidad.
Los promotores del Proyecto Fishcoin -un ecosistema de datos basado en una cadena de bloques para la industria global de productos del mar- recalcan que esta criptomoneda no pretende entorpecer el comercio de productos pesqueros. Por el contrario, ha sido diseñada para incentivar la recopilación y la provisión de datos con el fin de ayudar a administrar mejor los recursos.
«A medida que aumente el volumen de datos, se obtendrán eficiencias en la producción y la entrega de productos marinos físicos, y con el tiempo, cada milla de las cadenas de suministro de producto pesqueros será transformada para ser más sostenible, responsable y rentable. Fishcoin puede ser la recompensa para los millones de pescadores y acuicultores que capturan los productos del mar que comemos, a medida que capturan los datos que necesitamos», dice el libro blanco del Proyecto Fishcoin.
El funcionamiento de este sistema implica que los pescadores envíen a los restaurantes o supermercados información sobre los productos que capturaron. Esto desencadena un contrato inteligente que transfiere un cierto número de Fishcoins a las billeteras criptográficas de esos pescadores. Los pescadores pueden usar esos Fishcoins para pagar facturas o comprar minutos de telefonía celular.
Los promotores del proyecto Fishcoin señalan que sin estos datos, las poblaciones de peces no pueden gestionarse de manera adecuada, la eficiencia de la cadena de suministro no puede mejorarse sustancialmente, la cadena de frío y los servicios logísticos no pueden coordinarse fácilmente. Además, como se prevé que la población mundial crecerá un 37 % de aquí al año 2050, esto podría conducir inevitablemente a que el ecosistema de los productos de mar al punto de colapsar. Los gobiernos son conscientes de este problema y están introduciendo regulaciones.