nvestigadores del Colegio de Postgraduados (Colpos) de los Campus Tabasco y Córdoba, que integran el Grupo Manejo Sustentable de la Caña de Azúcar (Mascaña), desarrollaron una semilla de caña de azúcar consistente en un trozo de tallo de 35 milímetros de longitud con una sola yema, desinfectada y encapsulada.
Con una mezcla de paja de caña de azúcar molida seca y un polímero biodegradable, como el alginato de sodio y almidón, se ha registrado que estos materiales aportan mayor resistencia y protección a las yemas, además de favorecer el ciento por ciento de la germinación.
El grupo Mascaña –encabezado por el investigador Sergio Salgado García—ha evaluado la germinación y emergencia de plántulas de caña de azúcar en condiciones de campo, a partir de la semilla elaborada a diferentes concentraciones de alginato de sodio más cloruro de calcio y almidón. Lo anterior les ha permitido conocer las proporciones adecuadas de los materiales para elaborar las semillas de caña de azúcar.
Los resultados de los trabajos de los investigadores han demostrado la capacidad de la semilla de caña de azúcar encapsulada con almidón para una emergencia rápida y homogénea en condiciones de campo, lo que evidencia su potencial uso como alternativa para mejorar la calidad de semillas de caña de azúcar y reducir el peso y volumen del material de siembra utilizado en los métodos tradicionales.
Las actividades del grupo Mascaña del Colegio de Postgraduados muestran cómo los trabajos científicos contribuyen a mejorar un cultivo importante en el contexto de la economía nacional y del bienestar social y económico de miles de trabajadores del campo.
Esta tecnología tiene la solicitud de patente MX/E/2015049475. Además, ha permitido formar dos estudiantes de licenciatura y un maestro en ciencias, y recibir una distinción como mejor trabajo en la mesa de variedades de la XXXVIII Convención y Expo Asociación de Técnicos Azucareros de México (ATAM) 2016, y 10° Congreso de Asociación de Técnicos Azucareros de Latinoamérica y el Caribe (ATALAC).
La importancia de la industria azucarera en México radica en su relevancia económica y social, debido a grandes inversiones en capital, así como la dependencia directa de más de 440 mil personas que desarrollan diversas actividades asociadas al cultivo, tales como la siembra, el crecimiento y desarrollo, cosecha, transporte, industrialización y comercialización.
En México la siembra de la caña de azúcar (Saccharum spp.) es una actividad semimecánica, al combinar operaciones manuales y mecanizadas; sin embargo, aun cuando se utiliza la tecnología de máquinas sembradoras que usan tallos enteros o trozos de caña, no se ha logrado la eficiencia de una siembra mecanizada de precisión.
Durante la obtención de los trozos (canutos o entrenudos) de caña con cosechadoras integrales y en el transbordo a las sembradoras las yemas de caña de azúcar son dañadas, esta situación reduce el porcentaje de germinación, estimando que solo el 70 por ciento de las yemas sembradas comercialmente logran germinar.
Una de las medidas de solución es la generación de tecnología de las semillas y las bud-chips (yemas individuales).
La primera, describe generalmente un embrión somático, encapsulado con una cubierta sintética que lo protege, permite su manipulación, aporta nutrientes, posibilita el intercambio gaseoso para la respiración del embrión y es un lo suficientemente blando para permitir la germinación.
La tecnología de bud-chips consiste en yemas individuales extraídas de los tallos de caña de azúcar utilizadas para la propagación de plántulas en invernaderos para la siembra semimecánica, y se considera una alternativa para reducir el peso y mejorar la calidad de la semilla de caña, al ser menos voluminosa, fáciles de transportar y más económicas.