La miel es de aspecto viscoso, su consistencia puede ser fluida o total o parcialmente cristalizada, pero con el tiempo la más fluida tiende a cristalizarse de manera natural debido a que se trata de un producto concentrado y con gran cantidad de azucares, lo cual no afecta de ninguna manera sus características, al contrario, es una señal de pureza.
El color de las mieles varía desde el casi transparente hasta el castaño oscuro, característica que cambian en función de las flores de las que recolectan el néctar las abejas; lo cual, a su vez también modifica la saturación mayor o menor de los componentes de la miel como es el caso de las mieles oscuras, quienes son más abundantes en vitamina B y C y en minerales, mientras que las mieles más claras son más ricas en vitamina A.
Una característica muy importante de la miel es su aroma, fundamental en la elección de una determinada miel, el aroma indica en la mayoría de los casos las flores de procedencia de las mieles y si se tratan de mieles suaves o de sabores intensos. El sabor de las mieles es muy particular según el tipo de miel, la naturaleza de las plantas, el terreno, el clima y la estación del año.
La miel es el edulcorante más natural del mundo y además contiene vitaminas, minerales y aminoácidos, por lo que se recomienda como ingrediente habitual de la dieta.
Tipos de Miel
Miel de azahar: De color ámbar claro, perfumada y suave al paladar. Procedente del polen de limoneros, naranjos, mandarinos. Efectos sedantes, ayudando conciliar el sueño. Es también antiespasmódica.
Miel de romero: De color ámbar muy claro y blanco cuando está cristalizada. Aromática y dulce. Estimulante hepático que favorece la descongestión del hígado. Indicada para las úlceras de estómago y dismenorrea. No recomendada a hipertensos.
Miel de eucaliptus: De color ocre. Muy aromática con un sabor característico a madera. Antiséptico de las vías respiratorias y urinarias, de efectos balsámicos y vermífugos. Indicada contra catarros y afecciones del árbol respiratorio.
Miel de tomillo: De tono rojizo y sabor agradable. Indicada para las afecciones respiratorias de tipo inflamatorio, tos convulsiva y asma. Reguladora de la tensión arterial. Muy indicada como tonificante ante la fatiga y la astenia.
Miel de espliego: De color ámbar y sabor característico a lavanda. Por su poder bactericida y antiséptico. Indicada en uso externo para picaduras de insectos, quemaduras solares y heridas. Antidiarreico. Preventivo de gripes, bronquitis, resfriados. Por su alto contenido en hierro, tiene las mismas indicaciones que la miel de castaño. Favorece el sueño, modera la irritabilidad, la agresividad y el estrés.
Miel de Tilo: procedente de las flores del tilo. De color amarillo suave con un aroma fragante. Se cristaliza fácilmente por lo que se endurece deprisa. Útil en la acidez, flatulencias, ulceras gástricas o duodenales. Propiedades antibacterianas. Útil en la bronquitis, gripe y resfriados. Posee propiedades sedantes siendo muy útil en ansiedad e insomnio.
Miel de trébol: procedente de la flor de trébol De color amarillo suave. Es energetizante. Muy útil para cansancio o fatiga, personas mayores, épocas de exámenes, recuperación post operatoria.
Miel de alfalfa: procedente de las flores de alfalfa. De color ambarino blanco, de buen sabor y propiedades similares a la miel de trébol.
Miel de avellano: De color amarillo y buen sabor. Utilizada para la piel y conservar su estado.
Miel de castaño: procedente de la flor del fruto y la exudación del árbol. Rica en hierro, beneficiosa para anemia, sangrado nasal y metrorragia (reglas abundantes).
Miel de pino o abeto (llamadas miel del bosque): Procede del mielato que exudas el propio árbol (pinos, abetos, robles, encimas.
De Pino: oscura y permanece líquida mucho tiempo tras la recolección. De sabor resinoso y excelente para el tratamiento de la inflamación bronquial.
De abeto: De color verde y muy difícil de conseguir ya que no se produce todos los años. Aroma balsámico fuerte indicado para afecciones respiratorias.
Miel de encina: Producida por las abejas que liban la melaza que se desprende de los frutos. Es uno de los tipos de miel de color más oscuro, casi negro. De olor y sabor a malta muy poco dulce. Indicada para combatir la anemia por su alto contenido en hierro. Antiasmática y adecuada contra las afecciones bronquiales y pulmonares.
Miel de brezo: De color caoba oscuro y sabor ligeramente amargo. Aumenta la diuresis por lo que va bien en cistitis, retención de líquidos y piedras en el riñón y su prevención; inflamación de vejiga, riñón y uretra. Recomendada en problemas cardíacos: insuficiencia coronaria, arritmias, cardiopatías, angina de pecho e infarto. Antirreumática. Por su contenido en minerales está indicada para la anemia, inapetencia y fatiga.
Miel de milflores: Procedente de varias floraciones simultáneas. De color ámbar oscuro y sabor muy variable e intenso. Antiinflamatoria, digestiva y cicatrizante. Es un gran complemento alimenticio. Rico en minerales, previene la anemia, favorece la digestión y es antiséptica. Ideal para un desayuno completo.
Tipos de miel menos conocidas
Miel de Manuca: Procedente de Australia y Nueva Zelanda. Autentico antibiótico natural, tanto para tratar problemas del aparato respiratorio como digestivo. Catarros, bronquitis, resfriados, ulceras de estomago o duodeno. Por su propiedad antibacteriana se utiliza en quemaduras, cortes, afecciones de la boca (aftas bucales e irritación) con enjuagues.
Miel de Ulmo: tiene un sabor a almendra amarga. Su cristalización hace que sea fresca en la boca. Dependiendo de su producción es clara o extra clara. Propiedades bactericidas, fungicida, antiviral y balsámica. Muy útil para afecciones de la piel, heridas y hongos.
Miel de Quillay: Su procedencia de la flor de Quilay, que se encuentran en Perú, chile, argentina y Bolivia. Propiedades astringentes beneficiosas para la piel. Eccemas, dermatitis, piel grasa y seborrea. No se aconseja su ingesta interna ya que contiene alto contenido en saponinas que pueden ser toxica. Su miel se utiliza para preparados cosméticos y su corteza también.
Miel de Acacia: Es una miel de color ámbar y muy líquida. Extraída de la misma flor de acacia. Efectos laxantes que combate el estreñimiento.
Miel de tiaca: su procedencia es de un árbol del sur de Chile. De textura suave y cristalización muy fina. Sabor a frutas frescas y aroma a menta.