La Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán (ACVA) y el INCA Rural desarrollaron e implementaron el Modelo de Capacitación a Distancia que permite a los productores conocer y consultar en línea información clave sobre preparación de terreno, calidad de planta, siembra, riego, fertilización, manejo integral de plagas y enfermedades, para incrementar su cosecha y producir limones de mayor calidad; temas fundamentales para continuar incrementando la eficiencia productiva que permitirá a la región superar su rendimiento medio de 15.4 toneladas de limón por hectárea; el cual es ya el más alto del país.
En la coordinación entre el gobierno del estado de Michoacán e instituciones de educación superior se busca el mejoramiento genético del limón para desarrollar variedades resistentes a las principales plagas y enfermedades que se presentan en la región, como son Gomosis, Antracnosis, HLB, Mosca Prieta, Mosquita Blanca, Ácaros y Escama.
Asimismo, con la participación del sector privado se proyecta la construcción de al menos dos plantas procesadoras, que tendrán un impacto regional para dar valor agregado al limón, así como la modernización de las instalaciones del Tianguis del Limón, principal recinto comercial en donde se establecen las cotizaciones cotidianas, tanto para mercado nacional como para exportación.
Por su parte FIRA, integrante de la banca de desarrollo que coordina la SHCP, en conjunto con la Sagarpa canaliza incentivos para reducir los costos de proyectos de tecnificación del riego y mediante el Fondo Perenne se financian proyectos de productivos para nuevas plantaciones de limón.
Con base en los recursos del Fondo Perenne se permite la estructuración de un sistema de recuperación de capital e intereses mediante el pago de intereses para apoya al productor en el cumplimiento de sus compromisos crediticios en la etapa preproductiva de los proyectos de inversión.
De esta manera FIRA participa en proyectos de desarrollo regional canalizando incentivos que impulsan la estrategia interinstitucional dirigida a la reconversión en zonas agrícolas productoras de otros cultivos hacia frutales de valor agregado, además de contribuir a la estrategia de mitigar la volatilidad de precios en los productos alimenticios de la canasta básica, como es el limón.
Fuente: El Economista.