En México la producción de tomate verde sigue en aumento; en el año agrícola 2017 se cosecharon 771.2 mil toneladas; 10.5 por ciento más que en 2016. El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) publicó que al cierre del año agrícola 2017 esta hortaliza se recolectó en todas las entidades federativas del país, con excepción de Campeche, Quintana Roo y Tabasco.
La cifra preliminar de producción a marzo de 2018 se ubicó en 771 mil 272 toneladas, lo que significó 10.5 por ciento más que lo obtenido el año anterior; se cosechó principalmente en los estados de Sinaloa, el cual aportó 19.5 por ciento del volumen total nacional, seguido por Zacatecas, con 11.6 por ciento, y Jalisco, con 10.8 por ciento.
El tomate (Physalis ixocarpa) es una especie originaria de México, perteneciente a la familia de las solanáceas. Se le conoce como tomate verde, tomatillo, tomate de cáscara, tomate de milpa o miltomatl, este último de origen náhuatl.
La planta de tomatillos mide poco más de medio metro de altura. Tiene hojas alternas, tallo largo y ramas cubiertas en forma de corazón. Produce flores de color amarillo con un solo pétalo. Esta hortaliza crece en casi todos los terrenos y climas durante un largo periodo, sin embargo, la mayor limitante para su óptimo desarrollo son las heladas.
Se sabe que ha llegado el momento de la recolección cuando comienza a caer la cáscara que los envuelve. Cabe mencionar que la cosecha de este vegetal se realiza a mano.
El fruto contiene proteínas, grasas, carbohidratos, hierro, entre otros nutrientes. Gracias a sus propiedades medicinales, se utiliza en el tratamiento de problemas respiratorios, dolores de oído, inflamación del estómago y presión alta.
El consumo de tomate verde se ha generalizado en la mayor parte del país por su uso en distintos platillos, sobre todo, para la elaboración de salsas picantes que dan ese toque de sabor a los alimentos. Es imprescindible en enchiladas, tacos y tostadas, y se utiliza principalmente para disminuir el sabor intenso de todo tipo de chile.