Este año, el Diario Oficial de la Federación publicó el acuerdo donde el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) autorizaba la producción de mezcal en Aguascalientes, Puebla, Morelos y otros municipios del Estado de México; sin embargo, un juez federal finalmente ordenó la suspensión de la ampliación de la denominación de origen del mezcal otorgada a Aguascalientes.
De acuerdo con la Secretaría de Economía de Oaxaca, se comprobó que en Aguascalientes no se elabora mezcal, sino destilado de agave y, en consecuencia, no pueden envasar la bebida, ni comercializarla con ese nombre, y ya se revisa el caso de los demás estados, afirmó el titular de la dependencia, Juan Pablo Guzmán.
Dijo que la aprobación de la denominación de origen mezcal para otros estados provocó la indignación de quienes hacen esta bebida, pues aseguran que las nuevas regiones no cuentan con la herencia que da el sello característico a este destilado de agave. Por eso, en agosto el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, encabezó una marcha en la Ciudad de México para protestar por la decisión, junto con integrantes del Consejo Mexicano del Regulador del Mezcal.
En México existen alrededor de 300 tipos de agave y la norma oficial establece cuáles de ellos son los utilizados para el mezcal, así como su proceso de producción. La planta más común es el agave angustifolia Haw o espadín, empleado aproximadamente en tres de cada cuatro mezcales.
Para elaborar el destilado se aplica una metodología y materia prima que se encuentra principalmente en la zona sureste de México, por eso Oaxaca es el mejor exponente de la industria; que se valúa en más de 3 mil 200 millones de pesos, ya cuenta con mil marcas y se espera consolidación en la exportación de la bebida al mercado europeo y asiático.
Hasta ahora, DO contemplaba nueve estados del país, pero los oaxaqueños acaparan aproximadamente 87% de la producción, según cifras del Consejo Regulador del Mezcal.