En homenaje a todas las personas que dedican su vida a cultivar las tierras para el abastecimiento de alimentos, se conmemora el 9 de septiembre como el Día Mundial de la Agricultura, considerada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como una de las actividades económicas, sociales y ambientales más esenciales para el ser humano; herramienta imprescindible para el desarrollo de todos los países.
Su importancia radica en que es la proveedora de bienes naturales en forma de alimento o de materias primas para varios tipos de industria, como la textil, la química, biofarmacéutica, energética, etc. Sin embargo, su extensión se ha reducido por diversos factores como la urbanización, deforestación, cambio climático y plagas, por lo que la seguridad alimentaria podría verse amenazada en un futuro cercano.
Según el informe “El futuro de la alimentación y la agricultura”, realizado este 2017 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); señala que para el año 2050, el mundo alcanzará los 10,000 millones de habitantes, lo cual impulsará la demanda global de productos agrícolas en un 50% más sobre los niveles actuales.
Esta creciente demanda de alimentos hace necesario replantear los modelos agrícolas para adaptarlos a las realidades de hoy; la agricultura moderna depende enormemente de la tecnología y las ciencias físicas y biológicas. La irrigación, el drenaje, la conservación y la sanidad son vitales para una agricultura exitosa, esto exigen el conocimiento especializado de ingenieros agrónomos.
En la actualidad millones de personas se sustentan gracias a la agricultura, a nivel mundial cerca de 2.500 millones de personas dependen de la agricultura, según datos de la FAO; asimismo, el 78 % de los pobres viven en zonas rurales y dependen principalmente de la producción agrícola para su subsistencia.
El desarrollo agrícola constituye uno de los instrumentos más eficaces para poner fin a la pobreza extrema, por eso, se debe impulsar la prosperidad compartida para poder enfrentar los retos que la agricultura mundial enfrenta y así poder desarrollar todo su potencial.