En un comunicado conjunto, el representante estadounidense de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y la ministra canadiense de Exteriores, Chrystia Freeland, anuncian que se llegó a un acuerdo con Canadá para sumar a su vecino del norte al pacto con México, indicaron que el nuevo régimen comercial se llamará USMCA, en sus siglas en inglés, en lugar de NAFTA (TLC, en español).
El cambio de nombre era una condición de la Administración Trump. Los máximos responsables políticos de la negociación señalan que el texto creará un mercado libre, un comercio justo y fortalecerá el crecimiento económico en la región. “Esperamos poder profundizar aún más nuestros estrechos lazos económicos cuando entre en vigor”, concluye el comunicado al tiempo que agradecen la colaboración de México.
Trump, señaló que el acuerdo entre los tres países resolverá muchas deficiencias y errores del NAFTA, abrirá más los mercados, reducirá las barreras y unirá más a las tres naciones para hacer frente «juntas» a la dura competencia global. “Es una transacción histórica”, mencionó.
Luego de las jornadas maratónicas de conversaciones constructivas entre Canadá y Estados Unidos para superar dos grandes problemas, el primero tenía que ver con el comercio de productos lácteos, una cuestión políticamente muy sensible a ambos lados de la frontera.
El segundo, con la tentativa de Washington de eliminar el mecanismo de disputas que permite retar a las empresas las restricciones que se aplican al comercio en la zona de librecambio.
Ambos han quedado resueltos, ahora los productores estadounidenses consiguen un mayor acceso al mercado lácteo canadiense, mientras el Capítulo 19 del tratado queda intacto, cuyo propósito es ofrecer mecanismos de defensa para los exportadores de los países socios, cuando alguno de los participantes impone aranceles a bienes o los vende a precios dumping.