Las peras Ginseng. He Bei, China, están inspiradas en una de las cuatro novelas clásicas de la literatura China “Viaje al oeste”, cuando un agricultor llamado Xian Zhang Hao logró que las peras crecieran con la forma de Buda y las exportó a Europa, cada una de estas peras se vende por 8 dólares, lo cual las convierte en una de las frutas más caras del mundo.
El granjero creador de este concepto es propietario de un huerto en el norte de la provincia de Hebei, al que se le ocurrió en 2009 esta idea después de leer la novela donde una fruta imaginaria con la forma de un bebé otorgaba la vida eterna a todo el que se la comía.
El granjero comenzó a investigar cómo podría él mismo lograr crear una fruta con forma humana para comercializarlas, por lo que empezó a probar a través de moldes de fibra de vidrio y plástico, poder darles la forma deseada a las peritas jóvenes en los árboles.
Una de las peores características de esta fruta, denominada también “baby pear”, es que su vida útil es de dos a tres meses debido a la gran cantidad de conservantes que la fruta contenía. Sin embargo, la mayoría de los consumidores no parecen estar demasiado preocupados por el uso de estos conservantes.
Estas peras no sólo se pueden comprar en países asiáticos, también se pueden obtenerlas vía on-line.