En respuesta a la guerra arancelaria implantada por el gobierno de Trum al acero, aluminio y otros bienes a México y China, ambas naciones han impuesto aranceles a productos cárnicos provenientes de Estados Unidos (EUA), quienes han tenido que congelar cerca de 1.1 millones de toneladas de carne debido a los niveles sin precedentes de carne de res, puerco, aves de corral y pavo que no han podido comercializar.
Eso deja a la industria cárnica estadounidense cada vez más dependiente de las exportacione, donde México y China son los principales compradores extranjeros de carne de este país; por lo que el jamón, chuletas e hígado se ha vuelto más caros en esos mercados, lo que comienza a desacelerar las ventas, indicaron funcionarios de la industria.
Las bodegas frigoríficas se están saturando; en junio, El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) calculó un total de 2.5 mil millones de libras, o mil 134 millones de kilos, de carne roja y de aves de corral en centros de almacenamiento frigorífico en Estados Unidos a fines de mayo, lo que representa un 8% por encima de ese periodo el año anterior, y apenas por debajo del récord. Proyecta que la industria produzca una cifra récord de 102.7 mil millones de libras, o 46.5 mil millones de kilos, de carne este año.
China implementó un arancel del 25% sobre el puerco estadounidense en abril y este mes reforzó el impuesto al elevarlo al 62%, ventas que cayeron en un 18% durante los cinco primeros meses del año; donde el USDA reportó ventas de exportación semanales de cero para el puerco del país.
México, el principal mercado de exportación para el puerco estadounidense, implementó en junio un arancel del 10%, que subió al 20% este mes. Aunque las exportaciones a México en general han estado ligeramente adelantadas al total del año pasado, nuevas ventas de exportación semanales reportadas para la semana del 5 de julio presentaron su nivel más bajo este año, dijo USDA.
La Administración Trump reconoce la dificultad financiera que podrían enfrentar los productores de ganado como resultado de los aranceles de represalia, y la región agrícola estará mejor bajo los nuevos acuerdos comerciales que busca la Administración, dijo Sonny Perdue, Secretario del Departamento de Agricultura.
El USDA ha analizado utilizar programas de la era de la Depresión que permiten que el Tesoro otorgue préstamos de hasta 30 mil millones de dólares como forma de compensar a los agricultores por una caída en los precios motivada por los aranceles, y Perdue ha indicado que se propone tener un plan listo para este otoño.
“Hay una falta general de capacidad frigorífica”, señaló Jonas Swarttouw, gerente de Newcold en Estados Unidos. La compañía está construyendo otro centro para Idaho y está hablando con diversos productores de carne respecto a añadir más espacio.
El creciente acopio cárnico podría reducir los precios para consumidores estadounidenses ávidos de carne, junto con restaurantes y minoristas. Pero la desaceleración de ventas en el extranjero y el aumento en las reservas nacionales amenazan las ganancias para las procesadoras de carnes y los precios para productores de ganado y aves de corral. Desde fines de mayo, los precios de los futuros de carne de cerdo magra en la Bolsa Mercantil de Chicago han caído un 14%.
La combinación del riesgo comercial y la expansión de suministros de carne podría resultar en “una de las correcciones más grandes que hemos visto en la industria en varios años”, consideró Christine Mccracken, analista de proteína en Rabobank, uno de los prestamistas agrícolas más grandes del mundo.
La oleada de carne se había estado formando desde antes de las disputas comerciales. Una serie de cosechas excepcionales en Estados Unidos y otros lugares redujo el precio de los granos, el costo más grande es en la crianza de ganado y aves de corral.
El fortalecimiento de la economía de Estados Unidos ha incentivado el apetito de los consumidores nacionales por la carne, y el aumento de ingresos en Asia y Latinoamérica avivó una mayor demanda de carne en el extranjero.
Agricultores, ganaderos y empacadores de carne se apresuraron a satisfacer esa demanda, al construir nuevos establos para aves de corral y ganado para suministrar a nuevas plantas de pollo y puerco en todo el sur y la región del Medio Oeste de Estados Unidos.
La carne con frecuencia se conserva en centros frigoríficos durante meses, aunque si el almacenamiento se vuelve poco rentable para las compañías de carne, los productos pueden ser enviados a plantas de transformación para producir grasas e ingredientes para alimentos para mascotas.
Las exportaciones, dijeron funcionarios de la industria, son cruciales para equilibrar el creciente suministro.