Cada minuto que pasa, la industria mexicana exporta 400 litros de tequila a más de 120 países que consumen la bebida mexicana por excelencia.
Representa un sector fundamental para la economía de 181 municipios de los cinco estados de la República que conforman la zona de Denominación de Origen: Jalisco, Nayarit, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas, del que dependen más de 70,000 familias directa e indirectamente.
Estados Unidos, a la cabeza del top 10 de países importadores, compró durante el 2016, 161.0 millones de litros, que representan 81.8% del volumen total de la producción exportada.
Le siguieron Alemania (5.3 millones), España (3.8 millones), Francia (3.2 millones) y Japón (1.8 millones). Cierra la lista de los 10 países importadores, Brasil, con 1.1 millones de litros.
La industria tequilera, luego de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ha vivido una historia de bonanza en materia de exportación. En 1995, a un año de la entrada en vigor del acuerdo comercial, México exportaba 64.5 millones de litros, para el 2016 la cifra ha triplicado a 196.8 millones, un crecimiento de 8.4% a tasa anual, cuyo valor alcanza los 1,200 millones de dólares y representa poco más de 70% de la producción total.
También en la producción, pese a los altibajos, las cosas no han ido nada mal. En 1995 la producción total de tequila llegó a 104.3 millones de litros. En el 2016 se alcanzó la mayor nivel en los últimos ocho años, con 273.2 millones, 19.6% más, respecto del periodo anterior, y se esperan alrededor de 300 millones para el cierre de este año, para casi igualar la producción del 2008, que tuvo un pico máximo de 312.1 millones.
Asimismo, ha triplicado el número de marcas registradas, aquí y en el extranjero. En 1997 eran 516 y, para 2017, la cifra alcanza las 1,654, detalló Juan Alberto Rivera, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera.
Estas cifras son, en gran medida, resultado del trabajo de gestión y organización del Consejo Regulador del Tequila (CRT), organismo que protege la Denominación de Origen Tequila (DOT), vigila y supervisa que el producto cumpla con la Norma Oficial Mexicana, capacita a todos los agentes de la cadena productiva, se vincula a la academia e instancias gubernamentales para la mejora del producto desde el cultivo en campo, gestiona el reconocimiento internacional y la apertura de nuevos mercados y combate la proliferación del producto adulterado o apócrifo, dentro y fuera de México.
Ramón González Figueroa, director general del CRT, señaló que esta labor de reconocimiento internacional, que alcanzó un importante logro el mes pasado con la Certificación de Marca otorgada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, tras un litigio de más de 13 años, no sólo combate la apocrifidad del tequila, presente en varios países, sino que a partir de ello es posible abrir mercado con un producto auténtico y ganar la confianza de los consumidores de la bebida nacional. Actualmente, 50 países reconocen la marca tequila y la Denominación de Origen.
Explicó que el CRT ha suscrito un convenio con ProMéxico, gracias al cual ha sido posible confiscar y destruir 3.5 millones de litros de pseudotequila, del 2002 a la fecha, en Estados Unidos, Uruguay, Lituania, Grecia, Alemania y México.
A la vista
Aunque China no figura en el top 10 de países importadores-consumidores de tequila, los productores mexicanos y el CRT tiene la mira puesta en este mercado que representa una veta de oportunidad para la DOT.
Para ello ya se han dado los primeros pasos. En el 2006 y el 2014, el gigante asiático concedió Marca de Certificación y Registro de Denominación de Origen al tequila, lo que pone un dique a la producción de pseudotequila y abre la posibilidad para acceder al mercado.
Martín Muñoz, coordinador general del Centro de Referencia Tequila-Agave, del CRT, informó que aunque Estados Unidos sigue representando el mayor reto para la exportación, ya que el tequila tiene sólo 6% del mercado total de bebidas espirituosas en esa nación, China se abre como “oportunidad de oro”, sobre todo para el tequila 100 por ciento. Otros mercados emergentes son Europa, India y Brasil.
Sin embargo, manifestó, el tequila ha tenido que lidiar con las barreras técnicas impuesta por la política proteccionista de China. Primero fue el nivel de metanol, luego los ftalatos, esos residuos plastificantes que vienen por millones en las sopas instantáneas chinas, pero que, presentes en el tequila aunque sea en diminutas proporciones, a los chinos les causa escozor. Ahora son los avocantes que le dan un color caramelo a la bebida y que a los chinos no les acaba de gustar. Pero, una a una, todas esas barreras han ido cayendo gracias a los avanzados estudios químicos y a un control de calidad cada vez más exigente.
Argentina: ¿tequila nacional o importado?
Cuando vas a un restaurante en Buenos Aires, lo primero que te preguntan es: ¿desea beber tequila? ¿nacional o importado?, contó Ramón González. “El importado es el nuestro, el mexicano. El pseudotequila argentino es un destilado de remolacha que sabe horrible”.
Y es que Argentina aún no reconoce la Denominación de Origen, y según ellos, producen tequila, dijo.
El CRT ha propuesto a las autoridades mexicanas que en la próxima visita del presidente Mauricio Macri a México, ese sea uno de los temas de la agenda.