Por segundo año consecutivo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural participa activamente en la celebración del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos este 7 de junio, con el objetivo de crear conciencia entre autoridades, sector privado, sociedad civil y público en general sobre la necesidad de fortalecer las acciones para prevenir, manejar y detectar los riesgos de contaminación de los alimentos, durante los procesos productivos y de consumo.
Con el lema: La inocuidad de los alimentos es asunto de todos, el Gobierno de México reconoce la labor de los productores, transportistas, almacenadores, distribuidores, comercializadores y consumidores, que coadyuvan a mantener los alimentos libres de agentes físicos, químicos y microrganismos patógenos que pudieran dañar la salud humana.
Para mantener la inocuidad de los alimentos, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) promueve entre los productores primarios y las empresas procesadoras, la aplicación de sistemas orientados a proteger la inocuidad de los alimentos y, consecuentemente, la salud de los consumidores.
Para ello, establece controles y Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC) como las Buenas Prácticas de Producción (BPP), Buenas Prácticas de Manejo o Manufactura (BPM), Análisis de Riesgo y Procedimientos Operacionales de Sanitización Estándar (POES) y Análisis de Riesgo y Puntos Críticos de Control (HACCP).
Asimismo, implementa programas de monitoreo y vigilancia de alimentos de origen agrícola, pecuario y acuícola, tanto de origen mexicano como extranjero, cuyo objetivo es establecer el muestreo de residuos tóxicos en los alimentos.
En 2020, el Programa de Inocuidad del Senasica tiene cobertura en los 32 estados de la República, con un total de 31 instancias ejecutoras para Inocuidad Agrícola, 31 para Inocuidad Pecuaria y 26 para Inocuidad Acuícola y Pesquera, con una atención total de 12 mil 25 unidades de producción agrícola, siete mil 311 pecuarias y siete mil 919 acuícolas.
Durante 2019 se emitieron 640 certificados por la implementación de Buenas Prácticas Acuícolas y Pesqueras en la producción y captura de 25 especies, entre las que destacan: pulpo, escama marina, camarón, trucha, tilapia y moluscos bivalvos.
También, se emitieron mil 450 certificados por la aplicación de Buenas Prácticas Pecuarias A unidades de producción de 11 especies entre las que destacan porcinos, pollo de engorda, manejo y envasado de miel, bovinos leche y bovinos en confinamiento.
Otro programa que opera el organismo de Agricultura en materia de inocuidad es la certificación Tipo de Inspección Federal (TIF) que otorga a empresas dedicadas al sacrificio, abasto, conservación o transformación de cárnicos, las cuales son objeto de inspección sanitaria permanente por parte de 286 médicos veterinarios avalados por el Senasica.
En México operan 471 establecimientos TIF en 30 estados, sus productos portan el sello distintivo de la Secretaría de Agricultura, lo que avala que los alimentos que comercializan son de óptima calidad higiénico-sanitaria en apego a normas nacionales e internacionales en la materia, además de que pueden movilizar productos sin restricciones y son elegibles para exportar a otros países.
Nuestro país está posicionado a nivel mundial como el onceavo productor y dentro de los primeros 10 exportadores de alimentos, gracias a que la industria agroalimentaria nacional aplica mecanismos para procurar la inocuidad de sus productos.
El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos tiene su origen en 2016, luego de que la Comisión del Codex Alimentarius promovió su proclamación. Un año después, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) respaldaron la petición.
La conmemoración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 2018.
De acuerdo con la OMS, una de cada 10 personas se enferma por el consumo de alimentos contaminados y 420 mil mueren cada año, por lo que este día internacional es una oportunidad para fortalecer los esfuerzos para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y promover las prácticas inocuidad en procesos de producción y procesamiento de los alimentos que consumimos.