Las ventas a México hasta mayo fueron de 1,040 millones de dólares, 6.7% menos que un año antes, anunció el jueves el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en una actualización mensual. Esto contrasta con el aumento de 32% en el valor total de las exportaciones estadounidenses de maíz en el período, durante el cual el valor promedio en dólares de la mercancía cambió poco. Japón aumentó sus compras 53% a 1,190 millones de dólares para convertirse en el mayor importador de maíz estadounidense.
México ha iniciado conversaciones con otros importantes exportadores de maíz este año tras ser criticado por el presidente Donald Trump, quien dijo que el país se aprovechó de su vecino del norte a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), quitándole empleos e inversiones. La disputa hizo que el peso mexicano tocara un mínimo récord frente al dólar en enero.
Las compras mexicanas ahora parecen estar recuperándose a medida que el peso se fortalece, dijo Lesly McNitt, director de política pública de la National Corn Growers Association en Washington. Sin embargo, el ritmo relativamente lento de los envíos muestra que la relación comercial bilateral en el sector agrícola está en riesgo, ahora que el TLCAN podría ser renegociado tan pronto como el próximo mes, dijo.
«Están preparando un Plan B en caso de que Estados Unidos se convierta en un proveedor menos confiable», dijo. «Esperaríamos que no tuvieran que sentir la necesidad de un Plan B. Durante mucho tiempo, no la sintieron».
México, que importó 13.8 millones de toneladas métricas de maíz estadounidense en 2016, ha estado hablando con vendedores en Sudamérica. Adecoagro, con sede en Buenos Aires, está buscando oportunidades para vender maíz y arroz argentino. En mayo, un grupo ganadero mexicano firmó un contrato para importar 60,000 toneladas de Brasil. El mismo mes, Francisco Gurría Treviño, funcionario del gobierno mexicano a cargo de la política ganadera, dijo que su país puede importar tanto como 5 millones de toneladas de maíz de Brasil a medio y largo plazo.
Acuerdo azucarero
Estados Unidos ha sido más conciliador sobre el comercio en general -y el comercio agrícola específicamente- desde las primeras semanas de la administración.
Un acuerdo bilateral sobre el azúcar puede haber evitado problemas relacionados con ese producto en cualquier renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El Secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, y sus homólogos de Canadá y México alabaron los beneficios del TLCAN en una reunión en Georgia el mes pasado, llamando a las negociaciones «discusiones familiares que deben llevarse a cabo», al tiempo que destacó lo que el tratado ha hecho por la agricultura, uno de los pocos sectores empresariales de Estados Unidos con un superávit comercial. Hablando en la misma reunión, el secretario de Agricultura de México José Calzada llamó al TLCAN un «paraguas de confianza» que debe ser fortalecido a través de la renegociación.
La actitud de México hacia la fiabilidad de los proveedores agrícolas de Estados Unidos ayudará a establecer el tono de la renegociación del TLCAN, dijo Cullen Hendrix, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Denver e investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington.
«En términos generales a la agricultura le gusta el TLCAN, y le gustaría que hubiera la menor cantidad de problemas posible», dijo. «Pero si empiezas a ver que la agricultura se usa como una ficha de póquer en las negociaciones, con concesiones hechas para conseguir algo en otro sector, verás que México trabaja aún más duro para diversificarse».
Fuente:EconomiaHoy