Hace algunas semanas, la revista Wine Spectator reveló la lista de más de 3 mil 700 restaurantes que tienen cartas de vinos excepcionales en todo el mundo, premiándolos en tres categorías diferentes: Award of Excellence para cartas de vino temáticas, Best of Award of Excellence para las cartas que hacen una selección de todas las regiones del mundo enfocándose en las mejores etiquetas y añadas, y finalmente el Grand Award, máximo honor otorgado a restaurantes con más de 1000 etiquetas de los mejores productores, con añadas maduras, diferentes formatos de botellas y un protocolo de servicio de vino impecable.
El sommelier René Rentería, autor de la columna El Escritorio de Baco en este suplemento, trabaja de la mano de su socia y amiga Fernanda Gutiérrez, también sommelier y amante de la gastronomía en su empresa Wine Consulting & Training. Desde hace cinco años hacen un minucioso trabajo de consultoría para el restaurante Nicos, del chef Gerardo Vázquez Lugo, que dicho sea de paso, ocupa una de las 50 posiciones en la lista Latin America’s 50 Best Restaurants patrocinada por S. Pellegrino y Aqua Panna. Entre sus preseas, el restaurante Nicos presume ahora el Wine Spectator Award of Excellence que obtuvo por tercer año consecutivo.
Con este reconocimiento, la carta de vinos de Nicos está a la altura de muchas consideradas como las mejores del globo y, aunque no se trate de una competencia, sí está reconocida como la carta más completa de vino mexicano en el mundo. En Baja California, muchos restaurantes tienen carta de vino nacional, pero están limitados sólo a esa región; Nicos incluye etiquetas de todo el País, incluso de regiones como Querétaro y San Luis Potosí que han crecido en años recientes en calidad. El 92% es una selección de vino mexicano y el restante 8 por ciento se divide en una sección bautizada como “Territorios Conquistados” que consiste en vinos extranjeros producidos por mexicanos en otras partes del mundo como Juguette y Gómez Cruzado. El último apartado, “Caprichos del chef” son los vinos favoritos del chef Gerardo que no son mexicanos: Champagne, Barolos, blancos de Galicia, etcétera.
Hacer una carta de vino mexicano fue orden del chef. Hay además una historia familiar que pocos conocen de vocación y tradición: el restaurante, antes administrado por Raymundo Vázquez, padre de Gerardo Vázquez Lugo fue quizá el primer restaurante con una carta de vino mexicano por ahí del año 1967, cuando ofrecían únicamente vino nacional aún cuando las etiquetas eran pocas y no de muy buena calidad, porque había que apoyar a México.
Además de Nicos, otros 22 restaurantes mexicanos recibieron algún reconocimiento de Wine Spectator, entre ellos Le Chique (Riviera Maya), Don Artemio (Saltillo, Coahuila) y Sud 777, Eloise, Loretta, La Gloutonnerie, Au Pied de Cochon, The Palm, Chapulín (Ciudad de México), por mencionar algunos. Un gran logro para nuestro país que hoy se codea en excelencia en la industria de la hospitalidad con otros 74 países de todo el mundo.