La cerveza artesanal se ha convertido en un movimiento cultural en la región
La cerveza artesanal de color rosa «La Revu», atrae por su color y sabor a fresa, turismo nacional e internacional al Azteca Craft Brewing, un lugar acogedor que fomenta las raíces mexicanas con su decoración.
El espacio decorado con la esencia de México a través de colores y sombreros, fomenta las raíces mexicanas a diversos turistas que pueden encontrar bebidas de diferentes sabores con nombres de avenidas y colonias de Tijuana.
Furor por cerveza artesanal
Mencionó que la ciudad de Tijuana mezcla diversas culturas, sabores, gastronomía y bebidas, entre ellas en honor a la emblemática Avenida Revolución donde está establecida la cervecería, elaboraron la bebida rosa «La Revu».
Indicó que «desde hace seis años en Tijuana se desarrolló potencialmente un movimiento artesanal muy fuerte, actualmente esta ciudad se ha convertido en la capital latinoamericana de la cerveza artesanal».
Expresó que aproximadamente 91 cerveceros artesanales hacen las cervezas en Baja California, que 48 de ellos están en Tijuana, los demás en otros municipios del estado, que la mayoría se solventa de la elaboración de la cerveza artesanal.
El ingeniero industrial y cervecero artesanal indicó que «contamos con cervezas claras y obscuras, existen muchas cervecerías porque cada uno aporta una parte especial, nosotros elaboramos cervezas con toque de fresa, chocolate, café orgánico, coco y miel, ofertamos sabores diferentes a las tradicionales».
Comentó que la Avenida Revolución se reinventa constantemente, que volvieron los cafés cantantes y restaurantes, lo cual ha traído turismo de San Diego, Asia – de China y Japón-, y Europa, público variado de entre 25 y 40 años de edad.
Cómo se logra
Manifestó que para hacer una cerveza artesanal, primero hacen el malteado, grano como la cebada, trigo, centeno, avena, que el proceso de malteado es para poder elaborar la cerveza, después el grano malteado lo tuestan para moderar los colores.
«Hacemos infusión primero del grano triturado, se remoja con agua y se hace enjuague con cadenas de azúcar, después de una hora de hervir, se enfría y se mete en el fermentador por quince días y finalmente la cerveza se pasa a botellas o barriles para que se pueda consumir», expresó.
Joel López comentó que «los cerveceros artesanales no tenemos muchos instrumentos para calibrar los procesos de hacer la cerveza, lo suplimos por medio de nuestros sentidos del olfato, gusto, vista, oído, inclusive del tacto».
Manifestó que para ellos, el reto es hacer una buena cerveza, pero sobre todo hacerla siempre igual, que el consumidor reconozca el mismo sabor que obtuvo la primera vez que la probó, que necesitan tener mucha calidad y seriedad en la elaboración de la cerveza.
Tijuana ha aceptado muy bien la cerveza artesanal, cuando las autoridades vieron que principalmente era un movimiento cultural, nos abrieron la puerta a pesar de tener la cerveza comercial, fue aceptada de tal forma que en Tijuana por primera vez en México, se dio el permiso para los cerveceros artesanales.
Fuente: Notimex