Proyectos «Green» están surgiendo en todo el Reino Unido para fortalecer la población local y construir comunidades Una nueva economía está entrando en juego. Ya no se ejerce como arma para legitimar la austeridad, hablamos de una economía donde la comunidad y el medio ambiente se benefician, no el accionista corporativo.
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Proyectos «Green» para residuos alimentarios
Al margen de su implacable plataforma de negocios, Reino Unido alberga una matriz colorida de empresas dedicadas a las acciones ecológicas. Algunas de ellas son crowdfunded creadas por artistas o grupos de trabajo dinámicos y todos ellos fomentan relaciones más amistosas entre las personas.
En el modelo de Ensamblaje de Alimentos, por ejemplo, cuando los clientes hacen un pedido a los productores online, el agricultor típicamente obtiene un retorno del 80% comparado con el 7% que recuperan de las transacciones en los supermercados. Los intercambios semanales cara a cara que se producen con los clientes que van a recoger sus productos están muy lejos de la experiencia del supermercado.
Una ola de iniciativas están surgiendo para apoyar a este tipo de empresas. Ahora en su cuarto año, el Foro Empresario Local de Totnes, Devon, invita a los participantes a lanzar sus ideas de negocios a una «comunidad de dragones». Dieciocho pequeñas empresas han despegado como resultado, incluyendo enterramientos verdes, fabricación de monitores de energía y el conocido como proyecto de avena, cultivada en Totnes. El apoyo del foro se ofrece en forma de micropréstamos, asesoramiento, espacio de almacenamiento y abrazos al final del día.
La coordinadora de eventos de la agencia morillas, Claude Büch, explica por qué estos eventos de networking funcionan: «Para una nueva economía tienes que crear condiciones para que nuevos actores y relaciones económicas tomen partida y prosperen. No se puede esperar que los mismos líderes de negocios y aquellos que tienen las riendas de poder realicen estos cambios. Tienes que habilitar un nuevo tipo de cultura emprendedora y redefinir lo que significa ser un inversor».
Cinco maneras de reconocer la nueva economía
1. La propiedad comunitaria
Estos negocios son de propiedad y están apoyados por la comunidad en la cual están situados. Los ejemplos van desde un cine en Bristol, los huertos urbanos de Dundee hasta una red nacional de granjas de la ACA (agricultura comunitaria apoyada).
Existen cientos de proyectos de energía comunitaria, desde paneles solares, jardines de energía en Londres hasta un esquema pionero de las mareas en las Shetlands, éstas pusieron la energía renovable en manos de las personas del lugar. Incluso los periódicos locales, como el Bristol Cable o Common Space en Escocia, ahora son propiedad de sus lectores.
2. Cooperativas
Las empresas apoyadas por la comunidad utilizan un modelo cooperativo, donde los trabajadores y los miembros son propietarios y administran la empresa, como la popular Panadería Artesanal en Slaithwaite, West Yorkshire y la cervecería Boundary en Belfast. Manchester Veg People es una cooperativa de productores orgánicos que cultivan y cosechan a pedido de 40 compradores, incluyendo restaurantes y la Universidad de Manchester. Muchas de estas empresas también funcionan como centros sociales. Loaf en Birmingham dirige una escuela de cocina que enseña a la gente cómo hacer pan, junto con la forraje y la construcción del horno de tierra.
The Project Cafe en Glasgow organiza discusiones políticos, una librería de poesía y eventos de música en vivo. El proyecto Moss Cider en Manchester reúne a las comunidades locales para recolectar manzanas para hacer sidra local.
3. Reparar y compartir
La economía compartida permite que los productos, los artículos y los servicios sean dados o intercambiados. Los acontecimientos tales como los días de la patata y los intercambios de la semilla se llevan a cabo ahora a través del Reino Unido. Los espacios permiten compartir el equipo, los conocimientos y las habilidades. Los cafés de reparación invitan a reparadores aficionados y profesionales a enseñar a gente cómo restaurar cosas quebradas o dañadas. El Proyecto Restart en Londres organiza fiestas que ayudan a las personas a arreglar los productos electrónicos rotos desde tostadoras a iPads.
4. Divisas y créditos alternativos
Una de las demostraciones más claras de un sistema monetario democrático es una moneda local que es respaldada por los comerciantes locales y, en el caso de la libra de Bristol, puede utilizarse en los autobuses o pagar el impuesto municipal.
Existen varios en Gran Bretaña, incluyendo la libra recién lanzada de Exeter. Estas monedas alternativas están estrechamente alineadas con la economía compartida. Como señala el escritor John Thackara en su nuevo libro How to Thrive in the Next Economy, la economía compartida se basa en la reciprocidad social y en las redes y no necesita «crecer a toda costa».
5. Uso de residuos
Una creciente conciencia de los desechos de la naturaleza, en concreto los relativos al sistema alimentario industrial ha llevado a una serie de innovadoras empresas de reciclaje a ponerse manos a la obra, desde la transformación de residuos de madera en combustible hasta el uso de café para cultivar setas de ostras.