El calor y el tiempo seco que se mantuvieron en casi toda Europa durante todo el mes de julio se traducen en las mayores dificultades que ha experimentado la industria hortícola en los últimos 40 años, comunicó a Sputnik un portavoz de la Asociación Europea de Procesadores de Frutas y Hortalizas (Profel).
«Hoy la situación para los cultivadores y procesadores de hortalizas es la más grave que se ha experimentado en los últimos 40 años», señaló.
Precisó que las condiciones meteorológicas de este año han afectado particularmente el sector de hortalizas congeladas y en conserva, en el que las pérdidas en el campo han resultado en suministros reducidos e irregulares de hortalizas frescas a las fábricas de procesamiento, provocando costos de producción elevados y menos productos procesados.
Profel estima que la cosecha de legumbres ha bajado entre el 20 y el 50% y la de cebolla, entre el 15 y el 50%.
Además, han resultado afectados los cultivos de calabacín y espinaca.
«Mientras la sequía persiste, también se plantean preocupaciones por los cultivos que se cosechan en otoño e invierno como la col rizada, el repollo blanco, la col lombarda, la col de Bruselas y el puerro; ya está claro que las condiciones meteorológicas han sido demasiado secas para estos cultivos, lo que resultará en unas cosechas muy por debajo de la media», advierte la asociación.