Una nueva “tapa inteligente” fabricada en una impresora 3D puede detectar si la leche contenida en el envase es fresca o no. La tapa, compatible con los cartones de leche, cuenta con una serie de sensores capaces de medir la temperatura en el interior del envase, detectar la presencia de bacterias y si, en definitiva, la leche se encuentra en estado de descomposición, publicó la revista Nature.
Aseguran los investigadores que esta nueva tecnología es un paso en la dirección de comprobar el estado de un alimento usando el teléfono inteligente, este trabajo describe la primera demostración de la impresión 3D para incorporar componentes eléctricos básicos, así como un sensor inalámbrico que trabaja.
No existía un escenario en el que se pudiera utilizar un teléfono móvil para comprobar la frescura de los alimentos mientras que todavía están en los estantes de la tienda. La “tapa inteligente” fue equipada con un condensador y un inductor para formar un circuito resonante y con una rápida sacudida del envase, permite que un poco de leche quede atrapada en el circuito que detecta los cambios eléctricos en las propiedades de la leche a medida de que se deteriora.
Los cambios fueron registrados en forma inalámbrica en una aplicación instalada en un teléfono inteligente y los investigadores encontraron que las propiedades de conducción eléctrica de la leche disminuyeron en un 4.3 por ciento después de 36 horas sin refrigerar. En comparación, un cartón de leche en el refrigerador tuvo un cambio del 0.12 por ciento en el mismo período de tiempo.
Esta tecnología impresión 3D, eventualmente podría hacer circuitos electrónicos suficientemente baratos para ser añadidos a los envases y proporcionar alertas de seguridad alimentaria a los consumidores.