Los mares mexicanos cuentan con especies endémicas, esto es que sólo existen en los litorales de nuestro país, ejemplo de ello es el pulpo, especie que se reproduce en abundancia en la región marítima del golfo de México, principalmente en Yucatán, por lo que la cadena productiva de pulpo maya del sureste “Octopus may” actualmente pretende la certificación de Denominación de Origen.
Esto se pretende porque la especie (Octopus maya) tiene una identidad peculiar en varios aspectos que la distinguen del pulpo más conocido: Octopus vulgaris, pues su captura implica una pesca artesanal que atrapa en forma selectiva sólo a los animales machos a través de unas jimbas (varas de bambú) que llevan como señuelo una jaiba que sólo es engullida por los especímenes masculinos, lo que protege a las hembras, y con ello estimulan el ciclo reproductivo de la especie.
Uno de los retos más urgentes es detener la captura clandestina, dado que en éstas se utilizan arpones de parte de sus pescadores que no respetan a las hembras y con ello se tiene una seria agresión contra la población de esta especie.
Uno de los desafíos que hay que afrontar es lograr la certificación del proceso de captura, transporte y manejo de la especie para abrir de lleno los mercados de exportación; se requiere acreditar que la captura y manejo no presentan riesgos sanitarios, ya se cuenta con un protocolo avalado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica) del Gobierno Federal.
Existe un marcado interés en conseguir la figura jurídica de la denominación de origen, con el objetivo de hacer valer la identidad de este animal y que lo valoren los consumidores, tanto en el mercado doméstico, como en nichos de exportación; pues ya se ha logrado exportar a España, un país de gran tradición en el consumo de pulpo en varias de sus regiones.
Desde el punto de vista comercial, el pulpo común (Octopus vulgaris) tiene más demandas que el Pulpo Maya por ser de menor tamaño, pues el pulpo común llega a pesar hasta seis kilogramos, contra dos unidades del maya, pero el maya tiene a su favor un sabor peculiar que debe hacerse valer junto con lo que rodea a su historia, pues su tradición culinaria es ancestral y se remonta al pueblo maya desde los tiempos prehispánicos.
Yucatán concentra 65.2% de la producción nacional; le sigue Campeche, Baja California Sur, quienes en conjunto capturan el 95% de la producción nacional, el resto lo aportan Quintana Roo, Guerrero, Jalisco, Sonora, Oaxaca, Veracruz y Baja California.
México es el tercer productor a nivel mundial, una de cada diez toneladas capturadas de pulpo en el mundo provienen de aguas mexicanas, Tailandia, Rusia, Australia, Alemania y Suiza tienen un comportamiento dinámico en las compras del molusco; que podría constituir un mercado alterno para la producción mexicana.
Fuente: SIAP; Agroamigo