La sequía que se ha sentido en el sur de Sinaloa por tres años consecutivos se ha agudizado al 100 por ciento el año pasado, al haber pocas lluvias y no acumular agua los arroyos y las presas unas 30 mil hectáreas de mango está en riesgo de perderse si el productor no le mete recursos para regarlo, informó Jesús Roberto Inda Ramos, presidente de la Asociación de Agricultores del Río de Las Cañas.
Productores de mango aseguran que la falta de agua se ha convertido en un grave problema en las zonas productoras del estado de Sinaloa, están regando sus cultivos con pipas, cuando antes con la pura humedad cosechaban el mando, la falta de lluvia ha sido un problema fundamental.
Afirman que esta situación ha empezado a generar conflictos entre ellos, ya que el canal que los abastece en muchas ocasiones lo cierran para que les alcance el agua, dejando a otros que también la necesitan sin agua, quienes tienen que comprar pipas para poder regar; pues los mangos empiezan a caerse por la falta de agua en las parcelas en las que no se ha regado. Se comprobó que la falta de agua ya es un problema serio en la región.
Los productores dicen que esto les genera muchos gastos, entre 600 pesos de diesel para las pipas, 500 pesos que pagan a dos empleados para que rieguen, más 100 pesos de gasolina para las bombas, suman un total de mil 200 pesos diarios, aparte pagar por alguna descompostura de la pipa o bomba.
Manifiestan que cada año se arriesgan y casi siempre la llevan de perder porque ante tantos gastos, el mango lo pagan muy barato en esta región, “El rico más rico y el pobre más pobre, siempre ha sido así”.
Inda Ramos comentó que espera que este año, las grandes industrias adquieran mango un poco más pequeño y así el productor pueda vender un poco más y no se descapitalice en su totalidad, pues están severamente golpeados.
Hay un riesgo latente de perder mucha fruta en Escuinapa. La presa Agustina Ramírez solamente dará para un solo riego en la temporada, cuando antes daba tres, de tal manera que pueda que los huertos produzcan por mitad. “El año pasado producimos 145 mil toneladas en el sur, ahora estimamos unas 80 mil toneladas”, dijo Inda Valdez.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Escuinapa comentó que sigue siendo la presa Santa María la esperanza del sur de Sinaloa, pues vendría a resolver los problemas de los agricultores y productores, quienes tendrían agua para regar sus parcelas y huertos.
La falta de agua, que contribuye a la sequía en el sur, y los cambios de clima de frío a cálido afectarán la producción de mango en los municipios de Concordia, Rosario y Escuinapa. Los productores estiman afectaciones de hasta un 50 por ciento.
Ismael Díaz Murillo, presidente del Comité Baluarte-Presidio (COBALPRE), señaló que los productores de mango del sur de Sinaloa tendrán este año una producción difícil y desastrosa porque la presa del Peñón de Escuinapa no llegó ni al 40 por ciento de la capacidad de agua, con lo que los árboles solo se riegan con cantidades medidas para que no se sequen.
“Este año será dificilísimo para la producción. De hecho, si los árboles no se secan y se llega a producir al menos un 50 por ciento ya será ganancia. Muchos productores estamos regando para que no se sequen porque este temporal es un desastre para el sur”. El mango necesita clima fresco y con este cambio de clima la producción se va a caer mucho, comentó el productor.
Díaz Murillo dijo que desde Concordia hasta Escuinapa se tienen sembradas 24 mil hectáreas de mango de las variedades ataulfo, tommy, kent y keitt, cuya floración se verá afectada.
La producción de mango del sur es de 7.5 toneladas por hectárea, pero ante los problemas climáticos y de sequía, se estima que bajará entre 4 y 5 toneladas por hectárea.
Con ello, más de 2 mil productores resultarán afectados, que obtienen 160 mil toneladas por año. Si llegan a 100 mil toneladas, podría salvarse la temporada.
El volumen de producción de mango ha venido a la baja en los últimos tres años, según los registros del Comité Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Sinaloa (CESAVESIN), en 2015 se produjeron 178 mil toneladas; en 2016, 160 mil, y en 2017, 145 mil debido a sequía.