Decenas de millones de tiburones son capturados cada año en los océanos del mundo para satisfacer la demanda por sopa de aleta de tiburón, un platillo del Este Asiático que es tradicionalmente servido en bodas y celebraciones de año nuevo, asegura la Humane Society International (HSI), organización de protección animal quien apoya programas en varios países alrededor del mundo.
Con oficinas en Australia, Bruselas, Canadá, Costa Rica, la India, México, el Reino Unido y los Estados Unidos, esta organización asegura que la elaboración de sopa de aleta de tiburón es cruel y derrochadora, afirma que una vez cortadas las aletas, los animales son arrojados de regreso al agua a sufrir una muerte lenta y dolorosa.
Menciona que el aleteo no sólo es inhumano, sino que también permite que los tiburones sean capturados en cantidades insostenibles. Como superpredadores, los tiburones juegan un papel esencial en los ecosistemas marinos. El aleteo de tiburón pone en riesgo su supervivencia y la de las especies que dependen de ellos.
Esta práctica ilegal ha mermado en un 90% la población total de tiburones en todo el mundo, sin importar el tipo de tiburón que sea. Se estima que anualmente más de 100 millones de tiburones son asesinados por sus aletas, esto va creciendo porque todavía existe la creencia de que comer aleta de tiburón genera inmunidad a muchas enfermedades, así como el incremento de energía.
Esta es una industria multimillonaria, pues unas pocas onzas de aleta de tiburón se pueden vender por más de 300 dólares. Asimismo un plato de sopa puede costar hasta $100 dólares americanos, lo que ha propiciado que las aletas sean una de las partes del tiburón que más ganancias económicas reporta.
Pese a que se ha señalado que las aletas de tiburón contienen niveles peligrosos de mercurio, esta sopa sigue siendo un manjar, el cual anteriormente era exclusivo de las clases altas pero hoy en día ya es muy común en cualquier nivel socioeconómico.
Por tal razón, la HSI está involucrándose con el público, los restaurantes y otros negocios para educar a las personas sobre este tema. Consideran que es necesario crear consciencia del impacto que su consumo tiene para el medio ambiente.
Fuente:Humane Society International, Maltrato Animal