Durante la entrega de apoyos e incentivos agrícolas a productores de maíz de los municipios de Cotaxtla y Jamapa, la Unión Agrícola Estatal de Productores de Maíz en el Estado de Veracruz, reconoció que México es el quinto productor de maíz en el mundo; sin embargo, también es el países que más pesticida utiliza para el control de plagas en la producción de su maíz, muy por encima de Estados Unidos y Canadá.
Por lo que reconoció, debe haber cambios profundos en la política agroalimentaria del país si se quiere salir del rezago en el que se encuentra este sector productivo, siendo que México es el centro de origen del maíz como cultivo, el cual forma parte de la identidad nacional,
Desafortunadamente hoy en día no cuenta con seguridad alimentaria al no producir suficiente maíz para alimentar a los mexicanos. Sólo en 2017 el país importó 14.7 millones de toneladas de maíz transgénico proveniente de los Estados Unidos de Norteamérica, lo que representa el 40% del consumo nacional, informó.
Aseguró que las millones de toneladas de maíz que importa México son producidas por los competidores comerciales que aprovechan los avances científicos en materia de biotecnología, que se traducen en la siembra de maíces transgénicos con lo que logran un fuerte abatimiento de sus costos de producción.
Afirmó que gracias a esta tecnología es como controlan las principales plagas del cultivo de una forma mucho más eficiente, pero sobre todo de una manera mucho más sustentable al no tener que aplicar grandes cantidades de pesticidas.
La Unión Agrícola Estatal de Productores de Maíz consideró que existe una grave incongruencia, ya que por un lado México prohíbe utilizar esta tecnología, pero permite que millones de toneladas de maíz transgénico, principalmente amarillo, llegue al país.
Argumentaron que esta tecnología los volvería más competitivos y a la actividad mucho más amigable con el medio ambiente; “al cabo todos los mexicanos nos alimentemos todos los días con alimentos producidos a base de maíz transgénico americano”, puntualizó.