El sector correspondiente a la actividad primaria, aunque las fuentes oficiales aseguran que el país es autosuficiente en la producción de básicos lo cierto, es que también la demanda de productos básicos se ha modificado por factores y necesidades distintas. Las nuevas generaciones han adoptado actitudes indiferentes a los alimentos básicos tradicionales y sus derivados.
Pero además, el establecimiento de cultivos agrícolas disminuyo en la última década casi un 30 por ciento, de acuerdo al último censo agropecuario practicado por organismos propios para estas tareas.
Uno de los factores que se identifican en el recuento del comportamiento del sector primario, en la tabla de la productividad, es la incapacidad financiera de los productores rurales para cubrir el costo de inversión que se requiere para que un agricultor haga producir una hectárea de cualquiera de los básicos.
Asimismo en los insumos no solo figura el incremento permanente del precio de estos como son el diesel, la semilla, y la maquinaria o equipo que los productores demandan para producir, ya no digamos cosechas record, sino simplemente mantener en la actividad, por lo mismo un porcentaje relevante abandonó en la última década la actividad agrícola.
La dimisión de los productores, sobre todo agrícolas, se debe en parte al impacto del cambio climático en algunas regiones y a la ausencia de asesorías o practicas extensionistas de parte del gobierno federal, que en los últimos años ha registrado recortes presupuestales. Y donde se han destinado recursos en este renglón fueron redireccionados por los mandos de la dependencia y organismos de productores a actividades ajenas a sus fines.
Al menos en el centro de la entidad, donde no hay una cultura arraigada de la actividad agrícola, hay regiones donde los agricultores decidieron poner en venta su equipos o bien encerrarlos en una bodega en espera de mejores tiempos.
Porque los organismos oficiales decidieron financiar, es decir transferir recursos para cultivos que están de moda por la demanda internacional de estos y simultáneamente marginaron a los cultivos tradicionales y básicos, que siguen formando parte de la dieta alimenticia de la mayoría de los mexicanos.
Pero además, los productores tradicionales por llamar de alguna manera a los productores de granos como el maíz, el sorgo y el frijol, sus cosechas dejaron de tener demanda porque el producto final dejo de ser buscado en los mercados regionales por parte de los consumidores.
Lo cual provoca el surgimiento de un nuevo planteamientos respecto a la vocación de los agricultores para la producción de estos conceptos agropecuarios, que dejaron de ser una opción para la economía rural y un alternativa comercial de los mercados.
Ya que actualmente, los consumidores no acuden a los centros comerciales o tendajos en busca de básico, sino en busca de productos que consuelen al páncreas y resolver sus problemas de ansiedad por la ausencia de alimentos.
Por lo mismo, es importante que las autoridades agropecuaria, responsables de vigilar que se cumplan los programas técnico, también tengan la habilidad de fomentar la siembra y cultivos de conceptos acordes a la demanda de los consumidores en el súper mercado lo mismo que en la tienda de la esquina.