El presidente Donald Trump propuso eliminar los pagos de dinero en efectivo a personas en pobreza para reemplazarlos con la entrega de «alimentos cultivados 100% en el país”, lo que podría ser uno de los mayores cambios al programa de cupones de alimentos de Estados Unidos en sus cinco décadas de historia.
El plan es parte de una campaña para reformar el Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria (SNAP) y ahorrar unos 214,000 millones de dólares en un período de diez años.
Estructurarían el Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria, o SNAP (en inglés), que ofrece ayudas aproximadamente a uno de cada ocho estadounidenses, al reducir en cerca de un tercio su gasto en efectivo.
La propuesta contempla entregar a todos los hogares que reciben más de 90 dólares al mes en subsidios en efectivo, un paquete de ayuda alimentaria que incluiría productos como leche de larga duración, cereales instantáneos, pasta, mantequilla de cacahuete, alubias, fruta en conserva, verduras, carne, pollo o pescado.
El secretario de Agricultura, Sonny Perdue dijo que la llamada ‘America’s Harvest Box’ (Caja de Cultivos Estadounidenses) del Departamento de Agricultura (USDA) es un enfoque audaz e innovador para proporcionar alimentos nutritivos a personas que necesitan ayuda para alimentarse a sí mismos y a sus familias, y todos los productos provendrán de agricultores y productores estadounidenses
El programa de cupones de alimentos benefició a 42.2 millones de personas y 20.9 millones de hogares durante el año fiscal de 2017. El beneficio promedio recibido por hogar fue de 254.14 dólares, así que el 81% de los hogares que reciben la ayuda serían incluidos en la iniciativa, según el USDA. La asistencia del SNAP costó 68,100 millones en 2017, con 63,700 millones destinados a la entrega de beneficios monetarios.
Según el plan, la cantidad de comida que recibe un hogar se ajustaría al tamaño de la asignación, y casi la mitad de la asistencia se entregaría en forma de alimentos en lugar de efectivo. El USDA ya compra materias primas para otros programas, como el que cubre los almuerzos en las escuelas a nivel nacional, y los estados estarían a cargo de la distribución, dijo el Departamento.
Los principales grupos de presión de la industria agrícola y de alimentos evitaron comentar la medida, mientras un grupo de acción contra el hambre se declaró alarmado por la propuesta. El plan reemplazaría un sistema que funciona «con uno de diseño excesivamente complicado de distribución alimentos a través de cajas, que será administrativamente costoso, ineficiente, estigmatizador y proclive al fracaso», dijo Jim Weill, presidente del Centro para la Investigación y Acción de Alimentos, en un comunicado.