Los consumidores de hoy insisten en todo lo natural, y los tintes para alimentos no son la excepción. Incluso si los fabricantes de alimentos están dispuestos a hacer el cambio, las fuentes actuales de tintes naturales son caras y difíciles de conseguir. Ahora, un gran proyecto de la Universidad de Illinois está llenando la brecha con el maíz de color.
«La mayoría de los colores naturales vienen de cosas como zanahorias rojas y remolachas.El problema con eso es que la mayor parte del producto se desperdicia al extraer la coloración.No es un buen valor», dice Jack Juvik, un genetista en el departamento de ciencias de la cosecha En U de I.
Juvik y un equipo interdisciplinario han estado experimentando con variedades de maíz púrpura y azul, señalando que los pigmentos que promueven la salud conocidos como antocianinas se encuentran en las capas externas del grano de maíz. Eso hace una gran diferencia, económicamente.
«Usted puede procesar el maíz de diferentes maneras para eliminar sólo la capa exterior.El resto todavía puede ser alimentado en la cadena de suministro de maíz para hacer el etanol o granos o cualquiera de los otros productos de maíz ya se utiliza para.Esa capa exterior se convierte en un valor añadido- «, dice Juvik.
El equipo ha cubierto muchas bases desde que el proyecto de $ 1.4 millones comenzó en 2014. Por ejemplo, identificaron el proceso óptimo de molienda y demostraron que las antocianinas derivadas del maíz permanecen estables en los productos alimenticios. Lo que queda es encontrar las fuentes más potentes de los pigmentos para el futuro cultivo de maíz.
En un estudio reciente, Juvik y sus colegas examinaron el tipo de antocianina y la concentración en casi 400 líneas genéticamente distintas de maíz de color. Crecieron estas líneas en Illinois para ver si la concentración de antocianina se mantuvo constante de generación en generación – una cualidad crítica para la cría de nuevas variedades.
Los tipos peruanos tenían algunas de las mayores concentraciones de antocianinas, y se mantuvieron a lo largo de múltiples generaciones. «Eso es una buena noticia, significa que podemos seleccionar el rasgo que nos interesa sin preocuparnos de si se expresará en nuevos ambientes», dice Juvik.
El siguiente paso será conseguir que los poderosos genes peruanos en híbridos de maíz de alto rendimiento seleccionados para la producción en el Medio Oeste. Si Juvik tiene éxito, el maíz azul o morado podría llegar a un campo cerca de usted.
Fuente:
Materiales suministrados por la Universidad de Illinois Colegio de Ciencias Agrícolas, del Consumidor y Medio Ambiente.