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UNAM crea milpa sustentable para producción de granos

México tiene un territorio de 198 millones de hectáreas de las cuales 15% se dedican a cultivos agrícolas y 58% se utilizan para la producción ganadera. Sin embargo, el clima y la topografía limitan la producción agrícola a 20.6 millones de hectáreas o el 10.5% del territorio nacional; el 80% de las tierras mexicanas destinadas a la agricultura sufre degradación debido al sobrepastoreo, uso excesivo de pesticidas y mal manejo del agua.

Ante esta problemática, académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollaron un método alternativo para producir maíz y cultivos complementarios que no requiere de grandes inversiones o extensiones de tierra o de yunta o tractor; dando origen a denominada “milpa sustentable”.

Esta milpa es de alto rendimiento y bajo costo de producción, se basa en la sustentabilidad, la eficiencia y en factores de producción controlados, así lo informó Eduardo León Garza, creador del proyecto y profesor de la Facultad de Ingeniería (FI), entidad que lo implementó en colaboración con la Dirección General de Orientación y Atención Educativa (DGOAE).

Aseguró  que la idea es proveer un sistema de producción de maíz sencillo, barato y eficaz que pueda convertirse en una palanca para el incremento de la productividad del campo, señaló además que el sistema tiene el potencial de producir con los mismos recursos una gran variedad de cultivos asociados como frijol, chile, calabaza, cilantro, rábano, haba y tomate, entre otros.

El académico explicó que la composición de este sistema es a través de una maceta en bolsa de plástico con válvula, que permite la saturación y drenaje de agua a fin de lograr el riego estequiométrico, esto quiere decir que la planta sólo recibe y consume el agua que requiere para su germinación, crecimiento, floración y producción de frutos y semillas, para no depender de la temporada de lluvias.

Mencionó que de esta manera se recuperan los excedentes y nutrientes lavados por el riego al pasar por la tierra y ser reutilizado en el siguiente receptáculo, porque al no perder estas sustancias se logra tener agua enriquecida; eso hace que el consumo hídrico sea de solamente el 10% de lo que requieren los grandes cultivos e infraestructuras tecnológicas.

Para poner un ejemplo dijo que producir un kilogramo de maíz con este sistema se necesitan 100 litros de agua, mientras que la agricultura tecnificada se emplean cerca de mil litros, mientras que  como abono se emplea estiércol de animales de granja como gallinas, borregos y caballos.

“Con este programa, y en climas donde no hay heladas, es posible tener al menos tres cosechas al año en un patio de 250 metros cuadrados, con una producción estimada de 20 kilogramos a la semana por jornal, para un total de más de una tonelada anual”, aseguró el académico.

Dijo que más de 80 estudiantes se integraron a las brigadas comunitarias multidisciplinarias de servicio social donde colaboraron los últimos cuatro años para echar a andar el sistema, el cual se implementó con más de mil 500 familias en comunidades de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y el Estado de México.

En la actividad puede participar prestadores del servicio social pero también voluntarios y quienes quieran realizan prácticas profesionales, quienes durante seis meses se encargarán de ciertas comunidades y poblaciones, finalizó el académico.

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