La primera granja robotizada en el mundo “Hands Free Hectare” situada en Gran Bretaña cultivó y recogió la cosecha de cebada sin la participación del ser humano, utilizando vehículos no tripulados y drones manejados desde una sala de control.
El proyecto, cuyo coste sumario se estima en 250.000 dólares, es realizado por la Universidad Harper Adams y culminó con éxito, al haber sembrado, cuidado y cosechado un cultivo sólo con vehículos autónomos por primera vez en el mundo.
Aseguran que con el tiempo esta tecnología se usará en todos los sistemas agrícolas a gran escala, aunque sea probable que al principio sólo se aplique a cultivos de alto valor, como las verduras para ensaladas de hojas frescas donde la precisión es clave para obtener altos rendimientos y precios competitivos.
El equipo cree que el uso de máquinas agrícolas pequeñas podría mejorar la salud del suelo y de las plantas, por lo que este proyecto añade vehículos de menores dimensiones y más precisas. Otro factor importante es el clima, por lo que la mejor solución es que los agricultores puedan administrar las máquinas desde un lugar cómodo y de forma más eficaz y económica, sin necesidad de estar conduciendo por la granja.
Los investigadores del proyecto han obtenido una cosecha de 4.5 toneladas de cebada y proyectan fabricar cerveza con su primera cosecha automática, por lo que esperan repetir este experimento en el 2018 con otro cultivo.