La escasez de agua por la sequía y la demanda de la agricultura es un problema creciente en muchos rincones de nuestro planeta. Con el paso de los años se espera que lo sea mucho más aún. De todo el agua que tenemos, solo un 3% se puede usar para consumo doméstico o para fines agrícolas.
El consumo de agua crece el doble de lo que lo hace el aumento de población y las predicciones apuntan a que para el año 2030 la demanda global de agua podría aumentar hasta un 50%. Mucha del agua que consumimos a diario se usa en el sector agrícola.
Para el año 2030 la demanda de agua podría doblarse respecto al aumento de población global
Parece que hoy en día agricultura y escasez de agua son sinónimos, ya que cerca del 70% del agua que usamos la extraemos para fines agrícolas. Los sistemas de regadío y la producción de alimentos consumen grandes cantidades de agua aumentando la salinidad y empeorando las cosechas.
Algunos países superpoblados como China son los que están sufriendo más las consecuencias de este escenario de estrés hídrico. Más población y recursos limitados de agua hacen que haya que buscar alternativas a la agricultura tradicional y el país asiático entre otros muchos busca nuevas y eficientes alternativas.
¿Qué es la agricultura vertical?
Tal y como suena, la agricultura vertical se refiere al cultivo en vertical en lugar de los tradicionales cultivos horizontales. Al utilizar la verticalidad como técnica de cultivo, se puede producir mucho más alimento en el mismo tamaño de tierra.
Además, en ocasiones, los cultivos se integran como parte de edificios, en almacenes, invernaderos o incluso en contenedores de barcos. Este tipo de agricultura requiere condiciones específicas como son una temperatura y humedad controladas y también luz y agua.
Beneficios de la agricultura vertical
Los beneficios son importantes, ya que por ejemplo el uso del agua se puede reducir hasta un 98% y el de la tierra un 99%. La cosecha se puede multiplicar hasta 240 veces respecto a las que se obtienen con prácticas tradicionales.
Al ser interior, la producción de las cosechas puede ser anual, lo que proporciona una gran variedad de alimentos y mayor cantidad para abastecer a la creciente población. Además, con una producción más local, los alimentos no tienen que viajar de un lugar remoto del planeta a otro lejano.
La agricultura vertical puede reducir el uso del agua un 98% y el de la tierra hasta un 99%.
En las instalaciones de agricultura vertical, no se utiliza la química que en ocasiones se utiliza en la agricultura tradicional. También se optimiza mucho más el uso del agua ya que la que se usa para regar los cultivos, se aporta en dosis precisas y así se minimiza el consumo.
En un clima más cálido y seco hay que buscar alternativas prácticas
A medida que aumenta el impacto del cambio climático, con sequías más intensas y temperaturas más elevadas, el estrés hídrico en muchos rincones del planeta sigue aumentando.
La producción de alimentos derivados de la agricultura va a tener que seguir aumentando para abastecer la demanda mundial. Un aumento de la producción va a tener que ir si o si, ligado a una optimización del uso del agua en todos los sectores y en muchos rincones del plantea.
En un futuro, la mayoría de los países y las millones de empresas de todo el mundo que dependen de la agricultura, van a tener que introducir métodos como el de la agricultura vertical.
Hoy ya se empieza a usar en otros sectores, como por ejemplo el farmacéutico. En un futuro el desarrollo de la inteligencia artificial ayudará a que cultivos como esté sean prácticamente autosuficientes y quien sabe, algún día todos dispondremos de nuestra propia despensa vertical de alimentos en casa.