El triticale es un cereal surgido en Europa, producto de la combinación de trigo y centeno, que actualmente cuenta con los beneficios nutrimentales del trigo, importantes cantidades de proteína y la fortaleza del centeno. De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), 90 por ciento de la producción de triticale en México se utiliza para alimentación animal.
El triticale representa una opción viable e importante para el sector ganadero, debido a sus propiedades nutrimentales, bajo costo de producción y alto rendimiento, que permitiría impulsar la industria pecuaria a nivel nacional. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de la producción de este cereal en el país se destina al sector pecuario, no cuenta con tanta presencia como otros cultivos forrajeros entre los ganaderos.
Científicos del Departamento de Fitomejoramiento de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) generaron dos nuevas variedades de este cereal. La importancia de este proyecto es lograr el crecimiento del triticale en México y contribuir al desarrollo del sector pecuario nacional.
Durante mucho tiempo el triticale fue considerado una especie de curiosidad científica, hasta que instituciones como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), de la mano de investigadores como el doctor Norman E. Borlaug, iniciaron estudios al respecto de esta especie.
Los estudios del mejoramiento del triticale se iniciaron en México en 1962 por el premio nobel de la paz 1970, el doctor estadounidense Norman E. Borlaug (1914-2009), investigador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, en El Batán, cerca de Texcoco, Estado de México, y del Centro de Investigaciones Agrícolas del Noroeste (CIANO), ubicado en Ciudad Obregón, Sonora.
“Empezaron a trabajar en forma sistemática con este híbrido que tenía muchos problemas de fertilidad y enfermedades pero al final, en la actualidad, esas variedades están estabilizadas genéticamente, funcionan muy bien en muchos ambientes y reúnen las características de la calidad del trigo con la rusticidad o “aguante” del centeno, es decir que en suelos pobres, de bajas temperaturas o menor disponibilidad de agua, es resistente”, comentó el doctor Alejandro Javier Lozano del Río, especialista en triticale y profesor investigador del Departamento de Fitomejoramiento de la UAAAN.
Desde 1992, los especialistas de la UAAAN han generado siete variedades de triticale, incluyendo las dos más recientes, y cuentan con 20 años de vinculación con el sector lechero de la región Laguna de Coahuila y Durango.
El 23 de febrero del presente año, la UAAAN, de la mano del doctor Lozano del Río, recibió por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) el título obtentor de dos nuevas variedades de triticale denominadas AN 66 y AN 184, consideradas variedades de tipo invernal, tienen muy buena capacidad de rebrote de hasta tres o cuatro rebrotes después del corte o pastoreos para alimentar animales.
Explicó el investigador Lozano del Río que entre las características destacan la buena capacidad de rebrote, buena tolerancia a bajas temperaturas por ser un cultivo de invierno, buena producción de forraje, buen rendimiento, lo que se conoce técnicamente como biomasa, ligado a que estas variedades tienen mucha proporción de hoja, donde está más cargada la proteína. Se tiene un forraje de muy buen rendimiento y muy buena calidad, y la calidad va ligada al comportamiento de los animales con mayor contenido de proteína.
El especialista añadió que el consumo de triticale junto a complementos convencionales en la alimentación de vacas ha propiciado que produzcan de tres a cuatro litros más de leche al día. Además, propicia una disminución de costos, debido a que cuenta con gran cantidad de proteína, arriba de 20 por ciento en comparación con otros follajes y no es necesaria la compra de concentrados de proteína para la alimentación de ganado.
A pesar de que las nuevas variedades están contempladas para su siembra en el norte de México, tienen capacidad de adaptación en estados del centro y bajío como Aguascalientes, Querétaro, partes de Jalisco, etcétera.
A pesar de que la institución cuenta con el registro de siete variedades de triticale, el mejoramiento genético continúa. Actualmente estudiantes desarrollan proyectos de investigación para obtener las mejores opciones de grano y obtener nuevas variedades.
“Estamos trabajando con 150 variedades nuevas que han surgido, estamos comparando con variedades comerciales y trabajando en diferentes localidades buscando encontrar cuál es la mejor para la calidad en el norte de México”, explicó José Juventino Rendón Manzano, colaborador del proyecto y alumno del noveno semestre de la carrera de ingeniero agrónomo en producción de la UAAAN.