Distintos actores, entre ellos investigadores y académicos, señalaron que el modelo de producción agrícola está agotado, es obsoleto e ineficiente y urge cambiarlo, el uso de la biotecnología sería una respuesta que puede ayudar a México en la reducción de la importación de maíz, informó la Alianza Protransgénicos.
Asegura que a finales de la temporada convertirá al país en el principal comprador a nivel internacional; pues según prevé el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) que a finales de año se importen 16 mil 500 millones de toneladas de maíz amarillo. Al año se compra maíz por más de 2 mil 400 millones de dólares.
Por lo que la Alianza Protransgénicos añadió que, ante esta situación, México necesita asumir una visión más futurista y hacer del campo un verdadero polo de desarrollo económico y empleo a través de la biotecnología, con la que se asegura la producción agroalimentaria sostenible.
“Es inadmisible que hoy todavía importemos un tercio del maíz que consumimos cuando no tiene por qué enfrentar ese déficit ya que en la biotecnología tiene un gran aliado y una alternativa confiable, segura y de gran potencial para asegurar una producción agroalimentaria sostenible”, indicó Alianza Protransgénicos.
Destacó que nuestro país es centro de origen del maíz y cuenta con 59 razas del grano y más de mil variedades de maíz nativo. Actualmente más de dos millones de personas se dedican al cultivo del grano.
Reconoció que la recuperación del campo mexicano es posible y ejemplificó que tan solo en los distritos de riego del Norte del país hay condiciones, oportunidades e intenciones de producir los maíces genéticamente modificados, mismos que han sido evaluados positivamente en términos sanitarios, en pruebas de campo, a nivel experimental y piloto.
Agregaron que hay disponibles tecnologías potenciales y complementarias desarrolladas en México para el cultivo de este grano, como es un tipo de tolerancia a la desecación (bajo condiciones de sequía) y, asimismo, la capacidad de utilizar fuentes alternativas para la fertilización fosforada, que tiene ventajas agronómicas, ambientales y económicas.