Tener información sobre el comportamiento de las plagas es una herramienta poderosa para los agricultores porque les permite tomar mejores decisiones al momento de elegir las medidas de control efectivas si se tiene conocimiento del área y la fecha donde hay más peligro de que un cultivo sea atacado.
Con este fin se realiza, a través de un sistema de inteligencia artificial, el análisis de grandes volúmenes de datos recogidos de la Red de Alerta e Información Fitosanitaria (RAIF) para los Parásitos realizado en España, capaz de predecir el comportamiento de la plaga de cuatro semanas antes.
La implementación de grandes técnicas de gestión de datos en la agricultura, así como la Inteligencia artificial, son áreas con un enorme potencial para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del sector agrícola.
Estos datos sobre la agricultura ayudan a aumentar la productividad, la seguridad alimentaria y los ingresos de los agricultores; garantizar esto a los productores es de suma importancia ya que los motiva a continuar produciendo y obviamente a garantizar la calidad del producto que ofrecen.
Sin embargo, los críticos argumentan que la tecnología que se implementa para recabar datos de gran tamaño es por medio de sensores, aviones no tripulados y software que son de costo elevado, lo que origina dependencia de los agricultores a estas empresas que les brindan esta tecnología.
En un estudio científico sobre agricultura de precisión, publicado en diciembre del año pasado, el Parlamento Europeo reconoció la necesidad de regular la protección de los datos agrícolas de una manera que beneficie a los agricultores.
Brindar a los agricultores oportunidades para controlar su flujo de datos contribuirá a forjar confianza en el intercambio de datos y cosechará los beneficios de analizar datos de gran tamaño.