El autor, que estuvo en una cumbre de agro-tecnología en EE.UU., dice que las acciones con plataformas digitales criptográficas expanderán el horizonte de negocios
Lo particular de la tecnología de Blockchain es que a través de la criptografía (arte y técnica de escribir con claves secretas, de tal forma que lo escrito solamente sea inteligible para quien sepa descifrarlo) podemos crear un libro mayor de activos y transacciones que no pueden ser pirateados o adulterados. Esto permite concretar transacciones de igual a igual de divisas, productos básicos o cualquier otra cosa de valor que se realice de forma transparente. Todo esto puede suceder sin la necesidad de un intermediario (bancos u otros).
La impronta que subyace aquí es que si podemos crear confianza y responsabilidad entre los actores del mercado y hay una menor necesidad de evaluar individualmente a cada persona en cuanto a su confiabilidad y capacidad de ejecución.
Esto implica que los actores del mercado que antes no podían establecer confianza o desarrollar una relación por algún motivo (no vivían cerca unos de otros, no tenían estándares pre-fijados)ahora puedan hacer negocios sin que alguien necesite intermediar en la generación de confianza (y tomar un margen) en el medio.
Esto también significa que los participantes del mercado no tan favorecidos pueden tener una especie de “silla en la mesa” a través de esta tecnología. La empresa AgriLedger por ejemplo, está trabajando para abrir nuevos mercados a los productores en países en vías de desarrollo usando Blockchain.
La manipulación de productos que frecuentemente tienen una vida útil muy corta, implica grandes costos a riesgo. Además, a menudo el suministro puede ser incierto. Empresas como UPS se unen a Transport Alliance para desempeñar un papel central en la red de logística inteligente del futuro, basada en la tecnología Blockchain. Cuando vemos que esto se materializa en otras industrias, la agricultura será sin duda la próxima.
Los consumidores ya hace unos años que han comenzado a sospechar de los alimentos que están consumiendo. El fraude alimentario cuesta a la industria global de los alimentos unos U$S 30.000 millones al año. Las alergias alimentarias son mucho más comunes ahora que hace 25 años y los consumidores están comenzando a exigir la información relacionada con los alimentos que están consumiendo.
A medida que esta tendencia continúa en aumento, las grandes cadenas no tendrán más remedio que utilizar Blockchain para garantizar la responsabilidad, la trazabilidad y la calidad de los mismos, y así se convertirá en una ventaja competitiva para las marcas que lo adopten.
Esto permite identificar la fuente rápidamente en caso de un brote de riesgo de inocuidad alimentaria, y entonces no solo podría ahorrar tiempo y dinero, sino también vidas.
La ventaja de adquirir alimentos producidos a nivel local viene de la premisa “sabes exactamente de dónde proviene tu comida y quién la produjo y sabes que es fresco”.
¿Qué pasaría si pudiéramos hacer que esto suceda a mayor escala? Es decir, no importa dónde compres tu comida, no solo sabes de dónde viene, sino cuándo se cosechó y procesó, e incluso quién la produjo. Empresas como Ripe.io están trabajando para resolver este problema de trazabilidad. Esto también podría llegar lejos para evitar el fraude alimentario, el etiquetado falso y los intermediarios redundantes.
Las cadenas de suministro de alimentos en la mayoría de los países en desarrollo son ineficientes debido a la asimetría de la información. Esto resulta directamente en bajos ingresos para los productores, ya que los mismos no reciben el share que les corresponde, a pesar de que son la parte más importante de la cadena.
Con Blockchain, la cadena de suministro de alimentos se simplifica a medida que la administración de datos en una red compleja que incluye agricultores, intermediarios, distribuidores, procesadores, minoristas, reguladores y consumidores se simplifica y se vuelve transparente.
En el caso particular de la Argentina, debido a su diversidad de climas y suelos, saberes ancestrales y costumbres, numerosas economías regionales existen a lo largo y lo ancho del país, tecnologías de este tipo bajan las barreras de acceso a mercados a los productores más chicos, con menos información y menos capacidad de negociación. Se vislumbra una nueva era con techos inimaginables no solo de producción sino de comercialización de agroproductos del país al mundo.