Ante el reto que representa aumentar la producción de granos y oleaginosas en el país para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) ha trazado un plan de trabajo enfocado a fortalecer la innovación, el desarrollo y transferencia de tecnologías de nuevas variedades de semillas y material vegetativo.
Con ese propósito, expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) recabaron la información de las principales características de algunas variedades de soya, como son el peso y humedad de muestras de grano en parcela, así como para calcular el rendimiento por hectárea, variedad y fecha de siembra.
Las variedades de soya liberadas por el INIFAP, H100, H200, H300, H400, Tamesí, H600, Luzianía, Vernal y Mariana fueron evaluadas en el estado de Campeche.
En los resultados obtenidos durante la primera siembra sobresalió la variedad H200, con 4.6 toneladas por hectárea, y el rendimiento medio más alto con 3.5 toneladas por hectárea.
Las variedades H300, H400, H600, Luzianía y Vernal lograron un rendimiento mayor a tres toneladas por hectárea, cercano al de H200. Por otra parte, en la segunda siembra, las variedades H200, H400 y H600 están por encima del promedio.
La variedad Mariana obtuvo un rendimiento de aproximadamente 2.8 toneladas por hectárea y se comportó de manera estable desde la segunda hasta la cuarta siembra, entre dos y 2.2 toneladas por hectárea.
Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) indican que la producción de soya registra un incremento promedio anual del 11.8 por ciento, esto se debe a que se destinan mayores áreas para la siembra en Tamaulipas, Sinaloa, San Luis Potosí y Campeche.
El organismo de la SADER señaló que esta tendencia trajo como resultado que en el 2018 se registrara una producción en el país de más de 500 mil toneladas de esta oleaginosa. Sin embargo, las importaciones al año superan los cuatro millones de toneladas.
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