En los últimos 17 años las ventas de SuKarne crecieron sustancialmente en términos reales, al pasar de 1,300 millones de pesos en 1998 a 45,200 millones en el 2016, un incremento promedio anual real de 16 por ciento.
En su análisis, GEA sostuvo que la empresa tiene un modelo de negocio que le ha permitido un crecimiento exponencial “que bien puede servir como ejemplo para otras cadenas”, indicó Mariano Ruiz Funes, director de la consultoría. También destacó que las ventas totales de SuKarne son equivalentes a 0.2% del Producto Interno Bruto total de la economía, en tanto que su participación en las actividades primarias aumentó de 5.6 a 7.7% entre el 2014 y el 2016.
Al hacer referencia a los subsectores pecuarios, Ruiz Funes destacó que en la rama de cría y explotación de animales, SuKarne reportó una contribución del PIB que pasó de 19.7 a 27.4%; además, en las actividades secundarias, sus ventas representaron 0.5% del total del PIB del sector en el 2014 y 0.7% en el 2016. Destaca que esta empresa mexicana es la de mayor presencia en el mercado mundial de proteína animal, con una producción de 400,000 toneladas de carne de res al año y una participación similar o superior a la de Filipinas, Ucrania, Egipto, Corea del Sur, Irán, Vietnam, entre otros países.
“Hace 20 años tenía un nivel de producción relativamente bajo, comparado con lo que es hoy tampoco exportaba, estaba destinada al mercado local, principalmente Sinaloa, y luego se fue expandiendo a los estados circunvecinos.
Hoy no sólo tiene ventas de miles de millones de dólares, sino que exporta a diversos mercados”, dijo Ruiz Funes Macedo.
En la última década, la evolución del sector agroalimentario en México representado por la agricultura, la ganadería y la pesca registra un importante crecimiento que coloca al sector como el de mayor dinamismo del PIB nacional.
La ganadería de bovino y la producción de carne de res “han desarrollado la mayor aportación para el productor, ya que involucran a más de 1 millón de unidades de producción, aportan 26% de la producción pecuaria”, dijo.
Fuente: El Economista