Granaderos y granjeros marcharon esta semana en Dublín ( Irlanda ) y en Bruselas ( Bélgica ) para manifestar su rechazo al acuerdo que la Unión Europea (UE) y el Mercosur alcanzaron tras 20 años de negociaciones.Ads by
En la capital irlandesa, miles de personas marcharon el miércoles hacia el Parlamento y amontonaron en la puerta botas en desuso con carteles que decían: «Ya no se necesitan» (por la falta de trabajo).
«El gran problema que tenemos como ganaderos es el doble discurso dentro de la UE», aseguró Hugh Doyle, ganadero y copresidente del Movimiento Beef Plan. «Tienen restricciones medioambientales para los granjeros en toda Europa y tenemos que trabajar de manera ecológica, pero de repente harán un trato con un país que hace caso omiso de eso», dijo en referencia al Mercosur.
Temor por la carne sudamericana
Según el Movimiento Beef Plan y la Asociación Irlandesa de Ganaderos (ICSA, por sus siglas e inglés), organizadores de la manifestación del miércoles, entre 3.000 y 5.000 agricultores se movilizaron hacia Dublín desde todo el país para participar en la protesta.
Los manifestantes temen que las nuevas cuotas permitan a la carne sudamericana «inundar» el mercado europeo y que eso implique una drástica reducción de la producción nacional. «Ya no somos capaces de subsistir así y ahora están hablando de bajar el precio del vacuno inundando el mercado con carne barata del Mercosur», se quejó Connell Tiernan, granjero de Roscommon, en el oeste de Irlanda.
Al día siguiente, la capital belga fue escenario de otra protesta. Granaderos y granjeros se movilizaron hasta la sede de la Comisión Europea en rechazo al acuerdo alcanzado con el Mercosur. Muchos colgaron de sus tractores carteles alusivos: uno decía «Mercosur, la muerte de la agricultura».
A fines de junio, el Mercosur y la Unión Europea concluyeron las negociaciones para la firma de un Acuerdo de Asociación Estratégica, acuerdo sin precedentes para ambos bloques. El proceso de negociación se extendió durante más de 20 años.
La Asociación Estratégica entre Mercosur y la Unión Europea implicará la integración de un mercado de 800 millones de habitantes, casi una cuarta parte del PBI mundial y con más de US$100.000 millones de comercio bilateral de bienes y servicios.
Bruselas asegura que el tratado ahorrará a las empresas europeas más de 4.000 millones de euros en aranceles al año, pero unas cuotas agrícolas -que incluyen la apertura de los mercados de la UE a 99.000 toneladas de carne de vacuno sudamericana al año- provocaron el rechazo de ganaderos y granjeros de varios estados miembros de la UE.