La inflación no cede y en diciembre mostró una aceleración a 6.77%, alcanzando su mayor nivel en 2017 debido a incrementos observados en alimentos procesados, energéticos y algunos productos agropecuarios.
El dato es el segundo más alto en 16 años y medio, debajo del 6.95% que registró en mayo de 2001, y por encima del 6.57% registrado en junio de ese mismo año.
En el último mes del 2017, el índice de precios subyacente reportó un incremento mensual de 0.42% y una tasa anual de 4.87%; en tanto que la inflación no subyacente aumentó 1.09% mensual, alcanzando una variación anual de 12.62%.
Al interior de la subyacente, los precios de las mercancías se elevaron 0.32% y los de los servicios 0.50% mensual. Dentro de la no subyacente, el subíndice de los productos agropecuarios registró un alza de 1.81% y el de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subió 0.65% a tasa mensual.
El panorama para la inflación en México se ha tornado más complejo, alcanzando mayores niveles a los anticipados, dijo la mayoría de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) en la minuta de su última reunión de política monetaria.
La Junta de Gobierno anticipó que la convergencia a la meta del 3.0% será más lenta que lo previsto.
Desde enero de este año, la inflación se ha colocado por encima del objetivo 3.0 +/- 1 punto porcentual fijado por el banco central. El alza inflacionaria se exacerbó en el primer mes de 2017 principalmente por el efecto de la liberalización en los precios de los energéticos en el país y más tarde por choques de diversa índole que impactaron la inflación subyacente.
Fuente :Forbes