La soja volvió a cerrar en baja hoy en la Bolsa de Chicago y prolongó así la tendencia negativa que ya deprimió las cotizaciones de la oleaginosa hasta el nivel más bajo desde el cierre de octubre último.
Al término de las operaciones, las pizarras reflejaron quitas de US$2,30 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes resultaron de 311,40 y de 316,27 dólares por tonelada. El antecedente más bajo a estas cifras es de 308,29 dólares, del 31 de octubre pasado.
El presente bajista de la soja estadounidense no es coyuntural, sino estructural, dado que tiene como principal fundamento un nivel de existencias que se prevé cierre el ciclo 2018/2019 en un récord próximo a los 24 millones de toneladas, frente a los 11,92 millones de la campaña precedente. Ese remanente de grano será la consecuencia directa de la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, que comenzó en marzo de 2018 y a la que nadie se atreve a ponerle fecha de vencimiento.
Si bien el conflicto comercial bilateral tiene diversas aristas, en lo estrictamente agrícola, la represalia china contra la soja estadounidense, a partir de la imposición -el 6 de junio último- de un arancel del 25% a la mercadería procedente de los Estados Unidos, resultó una medida de alto impacto, que restringió las exportaciones; deprimió los precios en Chicago y las ganancias de los productores, y que genera un lastre de existencias inéditas que extenderán su influencia bajista hacia la campaña 2019/2020.
Con esa realidad como base, la abundante cosecha de soja en Sudamérica, con la previsión de 116 millones de toneladas en Brasil; 56 millones en la Argentina, y con unos 15 millones entre Paraguay, Bolivia y Uruguay, aporta presión bajista a los precios en Chicago. El bloque regional lidera la oferta global de soja y ya demostró su capacidad para ocupar una buena porción del lugar dejado por Estados Unidos en China.
Otro factor que presiona sobre los precios de la soja es el brote aún sin control de fiebre porcina africana en China, que reduce el número de animales en engorde, con la consecuente caída de la demanda de harina, y que plantea un interrogante significativo sobre el volumen de las importaciones chinas de poroto de soja
Y, por último, el atraso relativo en la siembra de maíz estadounidense 2019/2020 por el tiempo húmedo que limita las labores de campo amenaza con sumar hectáreas a la soja y con consolidarse como un fundamento bajista más.
En cuanto a la siembra de soja, tras el cierre del mercado el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) relevó hoy su avance sobre el 3% del área prevista, frente al 1% de la semana pasada; al 5% de igual momento de 2018, y al 6% promedio de las últimas cuatro campañas. El dato oficial quedó por debajo del 4% previsto por los operadores.
Si bien en las próximas ruedas el mercado puede experimentar repuntes parciales por el reacomodamiento de las acciones de los fondos de inversión especuladores, que conservan una importante posición vendida en el mercado de soja (también en el del maíz y en el del trigo), una mejora real de los precios podría darse si Estados Unidos y China firman un acuerdo que garantice un fluido programa de compras chinas y la eliminación del arancel, que limita los negocios a lo que hagan las empresas estatales Cofco y Sinograin. Asimismo, el tiempo húmedo debería prolongarse el tiempo suficiente como para complicar el actual plan de siembra de la oleaginosa. Sin embargo, ambos fundamentos hoy son solo eventualidades.
Débil suba del maíz
Luego de operar con subas superiores a US$1,5 por tonelada, los precios del maíz en la Bolsa de Chicago apenas lograron cerrar con alzas de US$0,30 y de 0,19 para los contratos mayo y julio, cuyos ajustes resultaron de 138,58 y de 142,41 dólares por tonelada. El único sustento para las mejoras fue el tiempo húmedo que limitó el avance de la siembra sobre el medio oeste de los Estados Unidos en los últimos días.
Sin embargo, tras el cierre de los negocios en la plaza estadounidense el USDA relevó el avance de la siembra de maíz sobre el 15% del área prevista, por encima del 14% calculado en promedio por los operadores. El dato oficial superó el 6% de la semana pasada e igualó el nivel vigente un año atrás, pero quedó por debajo del 27% promedio de las últimas cuatro campañas. En su reporte semanal el organismo agregó que emergió el 3% de las plantas, frente al 3% de igual momento de 2018 y el 5% promedio.
Al igual que la soja, el maíz estadounidense debe lidiar con un volumen de existencias muy abundante; con la creciente competencia del bloque Brasil/Argentina, que proyecta un crecimiento de casi el 30% de su oferta exportable en el ciclo 2018/2019, y con el incremento previsto por el USDA -de 36,06 a 37,55 millones de hectáreas- de la superficie sembrada en Estados Unidos, si el tiempo así lo permite.
Derrumbe del trigo
Los precios del trigo cerraron hoy con importantes bajas en el mercado estadounidense, consecuencia del muy buen estado de los cultivos de invierno en las grandes planicies de los Estados Unidos, en Rusia y en la Unión Europea.
En ese contexto de una segura mayor oferta a partir de fines del mes próximo en el hemisferio norte y de un ciclo comercial 2019/2020 con una fuerte competencia en el mercado de exportación, las pizarras de Chicago reflejaron quitas de US$3,04 y de 2,66 sobre las posiciones mayo y julio del trigo, cuyos ajustes fueron de 156,80 y de 159,93 dólares por tonelada.
Aún más significativos fueron los quebrantos en la Bolsa de Kansas, donde los contratos mayo y julio del trigo resignaron US$3,67 y 3,86, tras concluir la rueda con ajustes de 143,21 y de 145,87 dólares por tonelada.
Y los peores augurios para los precios se cumplieron luego del cierre del mercado. En su reporte semanal sobre cultivos el USDA elevó del 62 al 64% la proporción de trigos de invierno en estado bueno/excelente y la ubicó muy lejos del 33% vigente un año atrás. El nuevo dato superó el 62% promedio de las estimaciones privadas.
Sin el peso de la noticia anterior, el organismo reveló el atraso de la siembra del trigo de primavera en EE.UU. al confirmar su avance sobre el 13% del área prevista, frente al 33% promedio de las últimas cuatro campañas.
Mercado local
En el mercado doméstico, la demanda de soja sobre la zona del Gran Rosario ofreció hoy 215 dólares por tonelada disponible. Si bien el valor no implicó un cambio nominal respecto del viernes pasado, el repunte del peso frente al dólar (la paridad pasó de 45,770 a 44,125, según el tipo de cambio comprador, cotización divisa, del Banco Nación) implicó una caída en la equivalencia de esos dólares, de 9840 a 9490 pesos por tonelada.
Por negocios con entregas diferidas a noviembre hubo interesados que ofrecieron 230 dólares por tonelada de soja.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) las posiciones mayo y julio de la soja perdieron US$2 y 2,10, mientras que sus ajustes fueron de 215,30 y de 222 dólares por tonelada.
Acerca del maíz, la exportación ofreció 5800 pesos por tonelada del cereal con entrega inmediata sobre el Gran Rosario, $100 menos que el viernes pasado. Otros interesados ofertaron 130 dólares para las descargas en el corto plazo y 127 dólares para julio.
En los puertos del sur de Buenos Aires, la demanda ofreció 136 dólares para Bahía Blanca, US$2 menos que el viernes, y US$130 para Necochea, sin cambios.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) informó que los consumos pagaron entre 4700 y 5400 pesos por tonelada de maíz, según condición, calidad, procedencia y forma de pago.
En el Matba, la posición julio del maíz bajó US$0,20 y cerró con un ajuste de 125 dólares por tonelada, mientras que el contrato septiembre subió US$0,50, tras quedar con un valor de 130,50 dólares.
Por último, el trigo recuperó en Rosario los US$10 perdidos el viernes, dado que la exportación ofreció 185 dólares por tonelada del grano disponible. En Bahía Blanca y en Necochea no hubo cambios y el cereal se negoció a 180 y a 170 dólares, respectivamente.
En un reflejo de la debilidad externa de los precios del trigo, el grano de la cosecha argentina 2019/2020 para las entregas en diciembre y enero se cotizó a 150 dólares, con una quita de 5 dólares.
Las pizarras del Matba reflejaron subas de US$1,30 y de 1,70 sobre los contratos julio y enero del trigo, cuyos ajustes fueron de 184,30 y de 161,20 dólares por tonelada.
La BCBA informó que los molinos pagaron entre 7100 y 9300 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago.