Han pasado tres meses desde que el gobierno de Estados Unidos impuso un arancel de 17.5 por ciento a las importaciones de jitomate mexicano, y los productores nacionales ven difícil alcanza un acuerdo debido a exigencias “irracionales” de ese país.
“La negociación ha sido muy complicada, tortuosa y lenta. El Departamento de Comercio nos ha hecho tres propuestas y le hemos contestado, pero sucede que temas que ya habíamos superado hasta cierto punto los vuelven a traer a la mesa. Son propuestas irracionales y fuera de contexto, que obedecen a una terquedad y necedad de los productores de Florida”, comentó Mario Robles, representante de productores y exportadores mexicanos.
El 7 de mayo, Estados Unidos aplicó una cuota compensatoria de 17.5 por ciento a las importaciones de jitomate provenientes de México, como parte de una investigación antidumping de este producto, la cual fue suspendida en 1996. Ahora, ambas partes buscan llegar a un acuerdo previo a que el Departamento de Comercio llegue a una resolución sobre la investigación que llevaría a incrementar al arancel hasta 25 por ciento, que es el daño de la práctica de dumping, de acuerdo con la dependencia estadounidense.
El director de Hortalizas de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, dijo que el gobierno de Estados Unidos exige revisar los más de 120 mil camiones de jitomate que México envía a ese país cada año, argumentando un tema de calidad. Al respecto, Robles señaló que esta revisión, que se plantea en un plazo de hasta 72 horas por camión, causaría caos logístico tanto para las exportaciones de jitomate, que es un producto perecedero y no puede permanecer tanto tiempo parado, como de otras mercancías.
Subrayó que no se trata de un tema de calidad, ya que de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), 0.03 por ciento de las exportaciones son devueltas por incumplir con los estándares. México es el principal exportador de jitomate a Estados Unidos, con 1.2 millones de toneladas al año. Uno de cada dos tomates rojos que se consumen en ese país, fueron producidos en territorio mexicano.
Al respecto, Robles señaló que la imposición de este arancel ha tenido afectaciones por más de 70 millones de dólares para los productores mexicanos. Agregó que tienen hasta el 20 de agosto para lograr un acuerdo, ya que 30 días después el Departamento de Comercio emitirá el resultado de su investigación. (El Sol de México)