Por un 55% de votos, los accionistas rechazaron las «acciones del directorio» liderado por Werner Baumann, abriendo una crisis de consecuencias imprevisibles.
Los accionistas de Bayer reprobaron este viernes al grupo químico alemán, al votar contra su dirección durante la primera asamblea general celebrada tras la costosa compra de Monsanto en junio de 2018.
Por un 55% de votos, rechazaron las «acciones del directorio» liderado por Werner Baumann, abriendo una crisis de consecuencias imprevisibles. Aunque la votación no es vinculante para Bayer, supone un fuerte contraste con el plebiscito del que gozó la dirección el año pasado, con un 97% de aprobación.
La asamblea general celebrada el viernes en Bonn (oeste de Alemania) se prolongó 13 horas y se dio en un ambiente inhabitualmente tumultuoso, con cientos de manifestantes ecologistas protestando contra los neonicotinoides «asesinos de abejas» y el glifosato de Monsanto.
A los inversores les preocupaba la caída de casi 40% del valor bursátil de Bayer desde que compró el grupo agroquímico estadounidense Monsanto, en junio de 2018, la cual avanzaba a medida que se acumulaban los reveses judiciales para la nueva entidad.
El último año «fue una pesadilla para los accionistas» y «la cotización en bolsa nos presagia noches sin sueño», lamentó Mark Tümmler, de la federación de inversores DSW.
El presidente de Bayer, Werner Baumann, volvió a defender su histórica apuesta de desembolsar 63,000 millones de dólares para el gigante de las semillas y los organismos genéticamente modificados (OGM), tras dos años esforzándose por convencer a las autoridades de la competencia.
A largo plazo, Bayer apuesta por el creciente apoyo de la química a la agricultura para alimentar una población mundial cada vez mayor, mientras el cambio climático perturba las tierras cultivables.
La luna de miel de los dos grupos coincidió con dos sonadas condenas en Estados Unidos debido al carácter «cancerígeno» del herbicida a base de glifosato de Monsanto, el RoundUp, que abrieron el camino a 13,400 recursos judiciales similares.
Bayer espera que las cortes de apelación que se encargan de los dos primeros casos estadounidenses «pronuncien decisiones diferentes», «basadas en el análisis científico y no en la emoción», deseó el dirigente.
El grupo alemán insiste desde el año pasado en que ningún regulador del mundo, desde la entrada del glifosato en el mercado a mediados de los años 1970, concluyó que este herbicida sea peligroso y apunta a la existencia de «800 estudios rigurosos» sobre sus efectos.
El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, un organismo de la Organización Mundial de la Salud, consideró en 2015 que el glifosato era «probablemente cancerígeno», al igual que los jurados californianos que condenaron a Monsanto.
Desde su caída en bolsa, el inventor de la aspirina está valorado en alrededor de 57,000 millones de euros, poco más que lo que pagó por la empresa estadounidense.
Fuente: El Economista